Con la lectura de Excalibur #10 nos plantamos en el ecuador del ambicioso evento mutante orquestado por Tini Howard y Jonathan Hickman. Como ya mencionamos en la guía del lectura que preparamos de la colección publicada por Panini Cómics, los episodios clave estarían dibujados por el español Pepe Larraz. Así, aparte del número inaugural del crossover, tenemos este capítulo que nuevamente se edita al margen de las series regulares. Es decir, aunque en la versión española este decimoprimer capítulo se incluye dentro de Excalibur, en la edición anglosajona fue publicado como un one-shot titulado Estasis. ¿Por qué destacarlo de tal forma? Porque aquí descrubrimos quiénes son las espadas de Arakko.

«¿Cuánto vale la palabra de un traidor?«

El reto para Pepe Larraz es importante, pues tiene que dar forma a personajes y escenarios que resulten igualmente temibles y asombrosos. Tras una breve introducción en la que las emisarias de Saturnina recorren Otromundo invitando a los líderes de los diferentes reinos a la contienda entre Arakko y Krakoa que ha preparado, la acción se centra en los padalines de la primera. De forma muy comprimida, Hickman y Howard (quienes firman el guion) presentan a los que serán los enemigos de los krakoanos. A algunos ya los conocemos y los esperábamos, hay quienes resultan sorprendentes y otros nuevos se presentan en estas páginas. Pero ya sea por su apariencia, por la implicación de su presencia o por el paralelismo que se establece con sus rivales de Krakoa, ninguno de los campeones de Arakko deja indiferente.

El dibujante además nos deja ver otro vistazo a ese tarot que ha confeccionado para X de Espadas e insistimos en la petición de que esas cartas tendrían que convertirse en una realidad para aficionados y coleccionistas. Y conociendo a Hickman, presuponemos importante fijarse en ellas, pues pueden dar algunas claves de lo que está por venir en la segunda parte del crossover una vez que el escenario está dispuesto y estamos a las puertas de la fase de confrontación entre Krakoa y Arakko.

Poco más se puede señalar del capítulo sin entrar en el peligroso terreno de las revelaciones. Este Excalibur #10 está dispuesto como un reflejo de lo visto hasta ahora, los guionistas se fijan en Arakko para completar la información faltante hasta el momento. En este sentido la trama no avanza en exceso (al menos no de forma evidente), pero ofrece una perspectiva más completa y cargada de simbolismo.