Marvel Must-Have. Ese rinconcito de Panini Cómics que tantas alegrías nos está dando recuperando etapas «desconocidas» para el gran público (ahí está La Patrulla-X de Peter Milligan) o engalanando clásicos editoriales que sí o sí deben estar en cualquier tebeoteca que se precie. Este es el caso de Días del futuro pasado, una de las aventuras capitales de la franquicia mutante y del cómic de superhéroes que más de cuatro décadas después de un publicación original sigue sin saber lo que es envejecer.

«Pero mientras me quede aliento, haré lo que haya que hacer»

Sin embargo hay cierto truco en esta edición. Hace casi cuatro años Panini reeditó Días del futuro pasado dentro de su línea Marvel Facsímil, una colección que buscaba recuperar la experiencia de la grapa para algunos de los números más icónicos de la historia de la editorial. En ella se encontraban, por ejemplo, el cuaderno en el que se presentó por primera vez a Lobezno dentro de la serie de Hulk, el arco de Los 4 Fantásticos en el que se narraba la llegada de Galactus o el número que marcó el primer envite entre Spiderman y Veneno.

Días del futuro pasado comprendía The X-Men #141-142, una grapa doble. ¿Cómo encajarla entonces en Marvel Must-Have? Pues reuniendo los números anteriores y posteriores a dicha aventura. Así, el volumen arranca con la despedida -temporal- de Cíclope del equipo, no en vano pocos números atrás (The X-Men #137) la tragedia se cernía sobre Jean Grey, y finaliza con un cuento navideño de terror protagonizado por Kitty Pryde, quien se había unido a la escuela del profesor Xavier apenas arrancaba este tomo.

Mientras que hay motivos para pensar en que estamos ante un libro «inflado» con relatos que nada tienen que ver con el que da título al mismo, también hay motivos -bastantes más- para considerar este tomo como el Must-Have que recopila el debut de Kate Pryde como Mujer-X. Somos testigos de su llegada a la escuela, de sus primeros miedos y sus primeros triunfos… y vemos como desarrollará todo su potencial hasta convertirse en nuestra última gran esperanza en el futuro.

Un futuro, eso sí, pasado. Claremont y Byrne concibieron un terrorífico futuro en el que el miedo venció y nos condenó a todos. Porque con el tiempo ha habido relecturas y regresos al futuro de Días del futuro pasado en clave humanos vs. mutantes, pero la realidad es que Byrne y Claremont nos advirtieron de que el odio no hace prisioneros y olvidamos que en su historia era el planeta entero el que estaba al borde del colapso, amenazado por una inminente destrucción a escala global perpetrada por los centinelas.

Aún con sus modos clásicos (excesos de paneles descriptivos y redundancia de información), Días del futuro pasado sigue impactando y su huella se sigue dejando notar, tanto por su influencia en otros relatos sobre futuros apocalípticos, como en la propia franquicia, que acude al recuerdo recurrente. Y sigue siendo un terrible aviso de futuro que nos espera si dejamos que el odio se apodere de nosotros, como individuos y como sociedad. Hagamos como la Patrulla-X y luchemos para que este no sea nuestro futuro, sino un pasado futuro.