Interesante segundo volumen de La Imposible Patrulla-X de Chris Claremont que Panini Cómics viene recopilando dentro de su línea Must-Have. Tras el volumen El fin de la historia, que supuso el retorno del patriarca mutante por excelencia, en La herida más cruel Claremont juega con conceptos bien conocidos por él mismo (como el Club Fuego Infernal), como con otros de nuevo cuño que sabe encajar en su personal ecosistema (la adhesión de X-23 al grupo).

«Igual pujo por ti, Emma»

La primera de las historias es precisamente la que incluye a X-23 y cuyo desarrollo se resume perfectamente en la portada del tomo. El argumento no reviste mayor misterio, más cuando se trata de una suerte de presentación en sociedad de Laura. Su interés radica en lo comentado en el párrafo anterior, en ver cómo se desenvuelve Claremont con un personaje que -a priori- le resulta ajeno y cómo lo integra en su estilo clásico. Y leyendo la aventura, si os dijéramos que Laura Kinney nació en los ochenta y no a principios del s.XXI os resultaría imposible no creernos.

La segunda aventura es la referente al Club Fuego Infernal que vuelve a la actividad para dolores de cabeza de los mutantes. Con Sabia y Emma en las filas de la Patrulla-X y con el historial del club de ricachones malechores en la trayectoria de Claremont, el cruce nuestros héroes con Sebastian Shaw es inevitable.

Si bien el relato de apertura del tomo puede pecar de excesivamente prototípico, este segundo tiene un estimable desarrollo de personajes. Claremont explora las dinámicas de sus protagonistas y trabaja la confianza entre unos y otros; aspecto muy interesante cuando cuentas entre tus filas con personajes como la Reina Blanca o Bishop. Y es Frost -junto a Rachel Grey- quien sale más fortalecida de la aventura, no olvidemos cómo saltaban las chispas entre ambas en el volumen anterior. La fricción entre ambas da al autor un excelso margen con el que trabajar para evolucionar su relación.

Como cierre, el tomo incluye un número de X-Men dibujado por Salvador Larroca en apariencia intrascendente, pero que presenta una escena que tendrá mucho calado en el futuro inmediato de la franquicia, como se señala acertadamente en uno de los habituales artículos con los que la línea Must-Have cierra sus entregas.