Magic The Gathering: Destruye a toda la humanidad. No puede ser regenerada

Magic. The Gathering #5: Rivales

Para Takuma Yokota y Katsura Ise todo es una cuestión de equilibrio. Si en el volumen anterior veíamos como las dinámicas de las partidas de cartas Magic pasaban a un segundo plano porque así lo exigía el momento emocional de sus protagonistas, en este que nos ocupa el juego vuelve a demandar un mayor foco con motivo de la celebración del Grand Prix de Kioto.

 

«Espero que estés preparado«

 

Las cartas cobran protagonismo y aunque leyendo el manga nunca sabremos cómo se juega a Magic, sí llegaremos a entender y empatizar con todas aquellas personas que viven Magic tan intensamente como lo hacen Emi y Hajime.

 

Cuando parecía todo encaminado a que la pareja diera un paso al frente, Yakumo reclama también su minuto de atención, intentando que esto se convierta en una pareja de tres. Pero aquí, salvo sorpresa de último minuto, Yokota e Ise no han calibrado bien las fuerzas en juego, puesto que la conexión entre Hajime y Emi es cada vez más evidente y Yakumo no tiene margen para salir de la friendzone. Con el foco puesto desde el primer momento en las fricciones tipo «los que se pelean se desean» entre los principales protagonistas, el perfil bajo de la tercera que aspira a estar en discordia no ha sido fructuosa. Más allá de generar alguna disputa (principalmente con Emi) o azuzar a los protagonistas a dar un paso adelante, esta subtrama no tiene mayor recorrido.

 

Magic The Gathering: Destruye a toda la humanidad. No puede ser regenerada

 

Es curioso, porque mientras que con Suguru los autores vieron rápidamente la poca razón de ser de esa rivalidad amorosa con Hajime, con Yakumo se mantienen insistentes, aún a sabiendas de que han llegado a un callejón sin salida. ¿La razón? Posiblemente para desarrollar lo que vemos en la segunda parte de este tomo y -más que probable- en parte del siguiente: el duelo Magic entre las dos chicas. Al darle ese punto personal a la partida consiguen generar mayor expectación sobre la misma. Por ese lado funciona, pero sabiendo que dicha estrategia no se puede sostener mucho más en el tiempo.

 

Más interesante, por otra parte, es la aparición del primo de Emi. Si bien no ha aportado gran cosa en cuanto a dinámicas de personajes, su posición de jugador profesional que devuelve a nuestros protagonistas a su realidad amateur afecta directamente a la confianza de Hajime. Las implicaciones, que ya se atisban, van tanto por un mayor distanciamiento del chico (tiene que trabajar su autoestima), como por un acercamiento de la chica, que se ve impulsada a abrazar a Hajime y mostrarse más vulnerable para que este se abra. Veremos.

 

Por el momento, parece que el próximo tomo tendrá un emocionante final de torneo y otra ración de pico y pala para deshacer el inminente malentendido motorizado. ¡Ay! Con lo fácil que es hablar las cosas y no enfurruñarse uno mismo.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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