Con Mapache Cohete y Groot: Brotes verdes, Panini Cómics recupera una de las cabeceras más alocadas que dio la iniciativa Marvel Now! y la presenta en un manejable formato e tapa blanda algo más pequeño que las habituales grapas. Esta serie, escrita por Skottie Young, recoge el testigo de las series individuales de Mapache Cohete y de Groot (ambas previas al «cataclismo» de Secret Wars); y aunque existe cierta continuidad, Mapache Cohete y Groot puede abordarse sin mayores complicaciones.
«Yo soy Groot«
La serie cuenta con un carácter episódico tremendamente marcado, como bien ilustra el arranque de la misma, con una primera página en la que ambos miembros de los Guardianes de la Galaxia se disponen a narrar sus aventuras a un grupo de niños al calor de una hoguera en una acampada. Esta estructura permite al guionista jugar con los personajes de las formas más insospechadas posibles, evitando los condicionantes que imponen las tramas largas o los avatares de los eventos de turno.
En total, Mapache Cohete y Groot: Brotes verdes (que incluye Rocket Raccoon and Groot #1-10) se compone de seis aventuras: dos de tres capítulos y cuatro contenidas en una sola entrega cada una. La primera de las aventuras largas toma por nombre Amigos intergalácticos y nos presenta a dos trasuntos de nuestros héroes llamados Cochete y Arbusto y presenta una trama llena de engaños, traiciones y bromas pesadas. Como carta de presentación resulta inmejorable. A continuación vemos los cuatro relatos cortos que exploran la impulsividad de Cohete y la ingenuidad de Groot, dos características que puestas en común les hacen meterse en un montón de líos. Solo uno cuenta con título propio: Cero bodas y un funeral y luego muchos más funerales, un capítulo que pone el foco en la vida de Mapache antes de ser un guardián de la galaxia y en el que los enredos están a la orden del día.
Las otras tres aventuras contenidas en capítulos únicos llevan nuestros protagonistas a un pique absurdo por ver quién de los dos es mejor en duelos y juegos cada vez más descabellados, se ven arrastrados a un planeta en el que Groot es tratado como una deidad (no es tan bonito como parece), o convierten la liga fantástica y los juegos de rol en motivo de disputa entre Tony Stark y Mapache. Y como cierre, una aventura más larga (la otra de tres capítulos) que, titulada La trilogía de los malos juegos y enmarcada en el contexto de Civil War II, cruza los caminos de Gwenpool y la disparatada pareja protagonista.
Como podéis apreciar, las historias reunidas por Young son de lo más variadas, aunque tienen en común un tono de comedia de acción muy disparatado que encajaría a la perfección en el hábitat de la cadena Cartoon Network o las alocadas aventuras de los Tiny Toons o Animaniacs. Así pues, conviene no hacer la lectura de una tacada, pues lo concreto de su esquema puede jugar en su contra, revelando el carácter reiterativo de las aventuras (aspecto ya relevante en la parte final del tomo). Como buena comedia episódica, lo ideal es abordar Mapache Cohete y Groot en pequeñas dosis, disfrutando de la singularidad de cada capítulo.
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