Capitán América

Civil War II: El precio del futuro

Brian Michael Bendis, en una de sus últimas grandes sagas antes de abandonar Marvel Comics camino de la «Distinguida Competencia», se propuso revivir el espíritu de la guerra civil marvelita, pero adaptándola a los tiempos oscuros en los que vivimos, en los que el relato tiene más peso que el dato y en los que la verdad es solo una opinión más.

 

«De eso se trata, Bruce. No has hecho nada«

 

Panini Cómics recupera el evento dentro de su línea Marvel Must-Have. Una edición en tapa dura con los extras habituales de la línea (una escueta cronología para situar el cómic en su contexto, un artículo sobre los autores, otro sobre los orígenes e intenciones de la historia y un par que abordan personajes y aspectos varios de la trama y sus consecuencias), pero que por el camino renuncia a la inclusión de dos contenidos de la edición en grapa: un «artículo» del Daily Bugle que exploraba la situación de los diferentes héroes (aparecido en Civil War II #0) y el epílogo del evento (Civil War II: El Juramento), escrito por Nick Spencer y que conectaba el evento con Imperio Secreto, la saga que Spencer venía construyendo por aquel entonces en las páginas de Capitán América y que acabaría desembocando en el siguiente evento Marvel.

 

Black Panther y Carol Danvers

 

Centrados en el libro que nos ocupa, Civil War II plantea un dilema que se resume en «Libertad o Seguridad». Un nuevo inhumano pone patas arriba a la comunidad superheroica por sus capacidades únicas: es capaz de predecir el futuro. Bueno, un futuro posible. Si esa visión del futuro implica la llegada de Thanos a la Tierra, ¿qué haríais? ¿Actuar proactivamente para evitar la potencial tragedia? ¿O aguardar acontecimientos para minimizar daños colaterales o terribles consecuencias respecto a un futuro que puede no ocurrir?

 

Ahí está la clave: actuar o no actuar respecto a un ¿y si…? Este inhumano ve un posible futuro que puede suceder si no actuamos… pero también puede darse la circunstancia de que sucede precisamente porque hemos forzado las condiciones intentando anticiparnos a él. Carol Danvers confía en el bien que supone actuar preventivamente, mientras que Tony Stark valora el peligro de forzar esa anticipación y su coste para la libertad individual.

 

Civil War II

 

Es un debate complejo y lleno de matices y obviamente Bendis no dispone del espacio para poder entrar en muchas de las consideraciones, pero consigue delimitar bien las posturas de uno y otro, aunque en ocasiones les pierdan las formas (especialmente a Stark). Y es interesante porque sabe trasladar el dilema al lector. ¿Qué haríamos nosotros en su lugar. El fondo del debate es similar al de la primera Civil War, pero sus efectos trascienden la esfera heroica y se trasladan a la gente corriente.

 

Pensad en Minority Report, la película de Steven Spielberg. El planteamiento de Civil War II es el mismo. Una herramienta capaz de predecir futuros delitos y la balanza entre las ventajas de anticiparse a dichos futuros y la perversión que supone actuar frente a una idea o una posibilidad y no frente a un hecho. Porque igual que tenemos una idea, ¿no podemos cambiarla?

 

Civil War II

 

Y aunque Bendis deja el debate abierto para que cada cual pueda ponerse del lado de una u otra postura, su opinión queda clara desde muy pronto y la pone en boca de Jennifer Walters, quien cuestiona el coste para la libertad que supone castigar a alguien simplemente por el hecho de pensar. Porque aquí no se cuestiona qué se piensa, sino el mismo hecho de pensar. El conflicto de Civil War II no es prevenir potenciales tragedias poniendo las medidas adecuadas, sino actuar ante la idea de que pueda ocurrir. ¿De qué lado estáis?

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