¡No hay manera de que pueda tener una amante! ¿O quizá sí?

¡No hay manera de que pueda tener una amante! ¿O quizá sí? #6: Los rodeos del corazón

¡No hay manera de que pueda tener una amante! ¿O quizá sí?No hay nada como la confianza para sacudirse la vergüenza y los recelos. En este sexto volumen de ¡No hay manera de que pueda tener una amante! ¿O quizá sí? Renako y Ajisai intiman como no habían tenido la oportunidad en el instituto y ponen sobre la mesa sus sentimientos (parte de ellos).

 

«¡Tengo que sacar fotos! ¡Este es un momento único!»

 

El manga publicado por Panini Manga sigue en el impasse veraniego que planteaba en el anterior tomo, reforzando algunas de las ideas mostradas en él y volviendo a terrenos conocidos en otras tantas cuestiones. Así, por ejemplo, Ajisai muestra una actitud más abierta y comunicativa, lo que repercute en una menor necesidad de acudir a Renako y sus pensamientos para conocer a las protagonistas. Estos siguen presentes (siempre lo han estado hasta ahora en la obra), pero el rol más activo de Ajisai permite que la trama fluya con más naturalidad y haya un verdadero avance de los propios personajes.

 

Esto supone, además, que la comedia vuelva a tener la importancia de los tomos anteriores. La vergüenza de Renako no se limita a Mai y en el momento en el que Ajisai se quita la máscara de perfección y se muestra como realmente es, la «pobre» Renako se ve sin defensas y vuelve a su torpeza y e ingenuidad de siempre. Aquí es apreciable el trabajo de Teren Mikami al guion intentando dotar de la suficiente personalidad a sus protagonistas para que, aunque las situaciones puedan ser recurrentes, el tono y los matices nos lleven por otros caminos.

 

¡No hay manera de que pueda tener una amante! ¿O quizá sí?

 

Entre los aspectos que se mantienen del volumen anterior, destaca principalmente esa adición de un minicapítulo dedicado a Ajisai y a cómo ve ella escenas que ya habíamos descubierto con los ojos de Renako. Este cambio temporal de perspectiva aporta una estimable profundidad a Renako, pues nos permite conocerla no solo por sus actos y pensamientos (el manga está narrado desde su perspectiva), sino también por cómo afecta a otros personajes (Ajisai en este caso) y la imagen que estos transmiten de ella.

 

Y aunque su guionista se empeñe en crear la sensación de que Ren no se decide y alberga sentimientos hacia sus diferentes amigas a un nivel más o menos equiparable, a la hora de la verdad es Mai quien -salvo giro radical de los acontecimientos- goza de su verdadero afecto. Otra cuestión es que Ajisai (por centrarnos en la coprotagonista del tomo) sí nos deje entrever un interés romántico por Ren, pero ésta solo ve a su compañera desde un afecto idealizado. Las largas conversaciones y rodeos que dan ambas no enmascaran las intenciones de la obra: emparejar a Mai y Renako. Quizás las cartas se mostraron demasiado pronto y ahora, aunque estos enredos den para divertidas situaciones (en este volumen vais a reír mucho), la falta de intriga está bastante presente.

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