«Me resulta familiar, como estar atrapada, pero no en una jaula«

Por fin se completa el viaje de la serie de Vita Ayala hacia lo que siempre debió haber sido: una colección sobre las nuevas generaciones de mutantes, aprendiendo a ser las mejores versiones de ellos mismos, equivocándose por el camino, pero demostrando al final del día de qué pasta están hechos. Y por fin me encuentro con una historia que de verdad da gusto leer en estos tiempos en los que a todos nos puede el pesimismo y la desesperanza: una historia sobre redención, amistad, misericordia y, por qué no, esperanza en medio de un mundo que se está empezando a desmoronar. Nuevos Mutantes #20: Reinado de X es un cómic que recompensa a los fieles seguidores de la serie y que se gana a pulso la continuidad en la Marvel que emerja después de los sucesos que se están narrando en Inferno. Una de las pocas (la otra excepción será la cabecera de Patrulla-X) que veremos publicadas por Panini a partir del mes de mayo.

La única lástima, y lo digo en serio, es que le haya llevado tanto tiempos a Ayala llegar a este punto de la historia. Que, a ver, uno entiende que la trama que estaba construyendo en torno al Rey Sombra y al Club Perdido necesitaba crecer en torno a algo trabajado y profundo, pero (y quizás motivado por los cruces de esta serie con eventos como la Gala Fuego Infernal o por lo tarde que ha llegado la guionista a la cabecera) ha costado demasiado llegar a la maravillosa escena que cierra el cómic que tenemos hoy entre manos.

«No seguiré escondiéndome detrás del miedo y el dolor«

¿Y qué es lo que ocurre en esta entrega? Pues que los dos equipos de mutantes, los Nuevos Mutantes originales y el grupo de jóvenes promesas recién reconciliado tras el regreso de Exploradora de entre los muertos, se van de viaje por el plano astral en busca del Rey Sombra. Los primeros para hacerle pagar por la muerte de la ‘hermana pequeña’ de X-23 y los segundos… ¡al rescate de Amahl Farouk! Ayala propone algo precioso: nada menos que tanto el Rey Sombra como su contraparte en el plano físico sean dos entidades bien diferenciadas y que una pequeña parte del mutante original haya sobrevivido todos estos años pese a la invasiva posesión del villano al que todos hemos conocido. De ser así, ¿sería posible desterrar por fin al Rey Sombra y rescatar al niño al que ha depredado a lo largo de todo este tiempo? Con razón nos iba dejando ver pequeños fragmentos de la historia en torno a la relación entre estos dos entes Ayala a lo largo de los meses que ha durado este arco argumental. La verdadera pregunta es qué pasará ahora con el personaje de Farouk, pero por lo pronto esta historia le hace justicia también a él.

Extraordinario arte de Rod Reis para Nuevos Mutantes #20: Reinado de X

Porque demasiadas veces, sobre todo en el pasado, se nos presentaba un villano como un ser de pura maldad sin más. O como un ser atormentado que se veía consumido por su odio hacia todo y todos. Pocas veces se nos ha mostrado la raíz verdadera de la villanía de cada personaje y menos aún se nos ha dado la oportunidad de sanarle. O bien veíamos que la única manera de tratar con el villano de turno era pegándole tan fuerte que no se volviera a levantar o, en el mejor de los casos, ya era demasiado tarde para sanar sus heridas o, incluso, su redención no llagaba sino con un último acto heroico antes de morir de una manera más o menos épica. Lo que aquí leemos (y que comienza a estar más o menos de moda) es un relato de esperanza y sanación, de confianza y de nuevas oportunidades. Puede que el epíteto de Nuevos Mutantes no venga sólo por la edad de sus integrantes, sino por su capacidad para dar soluciones nuevas a los problemas de siempre.