«No puedo permitirme el lujo de hincar la rodilla…«

Dejamos en el número anterior a Magik y a sus amigas atrapadas en el Limbo y allí es donde nos las volvemos a encontrar en esta ocasión. Vita Ayala ha hecho que Illyana pierda su espada-alma (hecha trizas después de un ataque del demonio rebelde S’ym) y en este número nos explica que la mutante será capaz de recuperarla tan pronto como termine de recuperar la confianza en sí misma, en todo el poder que es capaz de manejar y las buenas decisiones que puede llegar a tomar (¿seguirá adelante con la cesión de poderes en favor de Madelyne Prior después de sanar?). Para ello, es decir, para seguir con una curación que no sabíamos que Magik necesitaba, Ayala hace que el último salto que dieron las amigas las lleve a un punto del Limbo en el que una versión de nuestra protagonista de una dimensión alternativa lucha contra hordas de demonios tecno-orgánicos capitaneados por lo que entiendo es la versión para esta historia del propio S’ym.

Digo entiendo porque Ayala no considera necesario explicarnos gran cosa de lo que está ocurriendo y se fía en que cosas así ya ocurrieron en el pasado y en que todos los lectores de la Casa de las Ideas han leído absolutamente todos los cómics de Marvel. Una versión resumida del capítulo, por si os da pereza leerlo, sería la siguiente: las amigas se encuentran con una Magik madura y cansada que lleva décadas luchando en el Limbo; en una noche le hacen ver que aún no ha probado un astuto plan que -por supuesto- derrota a S’ym sin esfuerzo; las amigas se marchan con la lección aprendida de que Magik mola tenga la edad (y las extremidades) que tenga.

«Una vez más vengo con la bandera de tregua«

Dada la profundidad de la anterior saga de esta autora, esperaba algo más potente para un arco argumental con un personaje tan molón como el de Illyana Rasputin. Sin embargo, y a falta de ver por dónde decide llevarnos la guionista a partir del mes que viene, me encuentro con una historia que dista mucho de entretenerme. Confieso que me he tenido que forzar a no saltarme algunos de los diálogos de este número, y esto habla bastante regular acerca de la capacidad de la historia para engancharnos. Casi habría preferido una traición de Prior al estilo clásico en lugar de la historia en la que tanto ella como Loba Venenosa y Dani Moonstar no parecen encontrar ni voz ni lugar. La guerra con los demonios no podría ser más insulsa y, de algún modo, se refleja hasta en el dibujo y los personajes de Rod Reis (excepto, quizás, en la imagen que sigue a estas líneas).

Nuevos Mutantes #23: Destino de X

Pero es que si echo la vista atrás, esta es la seña de identidad de la etapa de Ayala al frente de los Nuevos Mutantes. A números bastante molones e interesantes les siguen normalmente otros que a buen seguro olvidaré a corto o medio plazo. ¿Es esta falta de regularidad la que le va a costar la serie a la guionista? Quién sabe, pero lo cierto es que pocas veces me ha importado tan poco lo que les pase a unos personajes que en principio me encantan. Le quedan dos números a la guionista para contarnos lo que nos vino a contar y mucho me temo que no van a bastar para que recupere la fe en una serie que ha sido víctima de un significativo maltrato a lo largo de los últimos tiempos.