Pues no sé de qué nos sorprendemos. Todo apuntaba a que este Patrulla-X + 4 Fantásticos publicado por Panini Cómics iba a quedar en nada, en una simple aventurilla sin evidentes consecuencias, y así ha sido. El relato escrito por Chip Zdarsky ha ido de más a menos, perdiendo demasiado tiempo en malentendidos de olor vetusto cuya única finalidad ha demostrado ser la de rellenar páginas para cumplir con las cuatro entregas.

«Seguimos llevando ropa humana de vez en cuando, Grimm«

No es que la historia sea mala, ni mucho menos, pero las expectativas creadas con el primer número se diluyeron con rapidez y las promesas realizadas han quedado en saco roto. Esto último, sin embargo, ya era predecible teniendo en cuenta que los hechos aquí descritos tienen lugar en el arranque de Amanecer de X y pasados ya siete meses, no ha habido ninguna alusión al joven Franklin Richards en ninguna de las colecciones del cosmos mutante. ¿Las habrá en el futuro? Difícil saberlo, pues puede pasar cualquier cosa, pero nada hace indicar que vaya a ser así a corto-medio plazo.

En estas circunstancias, Patrulla-X + 4 Fantásticos queda como un relato secundario, pensado sobre todo para seguidores de las aventuras de la primera familia, pues es a ellos a quienes afecta de alguna forma lo aquí narrado. La situación final no cambia mucho respecto a la inicial, pero sí hay ciertos matices que son fácilmente asumibles por la cabecera principal de los 4F, en especial en lo relacionado con Franklin y con Reed. Es ahí donde esta miniserie podría tener una segunda vida y alargar su influencia. Pero, como ya hemos comentado, está por ver si -en este caso- Dan Slott apuesta por recoger el guante o no atiende a la propuesta de Zdarsky.

Esta cuarta (y última) entrega deja un mejor sabor de boca del que nos dejó el número anterior. Propone algunas ideas y usos de los personajes más que interesantes (Kitty y Xavier tienen bastante que decir al respecto) y tiene la pretensión de colocar a Latveria como amenaza a tener en cuenta para la política krakoana. Su previsible carácter marginal le resta puntos de cara a quienes busquen una carga de continuidad importante, pero al mismo tiempo, supone un valor para quienes solo estén interesados en las andanzas de Los 4 Fantásticos.