«Que sepa que nosotros también estamos bien«

Hace una semana, durante la comida de Navidad, un familiar que ha hecho sus pinitos con la magia nos decía que lo mejor de este mundo es no conocer los trucos detrás de cada juego de cartas, porque al saberlos se pierde la magia y la diversión y se convierte en una simple cuestión de habilidad y palabrería. Después de lo que hemos venido leyendo en la Gala Fuego Infernal, de los grandes anuncios y las fabulosas conquistas por parte de los mutantes, encontrarnos hoy con parte de las costuras detrás de todo este fuego de artificio le resta parte de la magia y nos muestra una previsualización de por dónde pueden caer los mutantes en el momento en el que dejen de prestar la atención debida a todo lo que están manejando a la vez.

Tenemos en este cómic dos escenarios. Uno es inmediatamente posterior a la antes citada Gala y nos muestra una cena formal entre el Doctor Muerte y Tormenta en la que, aparte de deshacerse en mutuos cumplidos y lanzar se un par de pullas sólo aptas para los incondicionales de ambos personajes, el gobernante de Latveria le hace una advertencia a la poderosa mutante africana acerca de los riesgos que corren sus congéneres al jugar con fuerzas de las que poco o nada conocen y que dependen de un siempre delicado equilibrio. Tomar estos poderes puede hacer que los mutantes lleguen más lejos de lo que nunca hubieran llegado sin ellos, pero también puede hacer que se pierdan por el camino y jamás vuelvan al lugar del que partieron.

«¿Te están informando de lo que Muerte ya sabe?«

El otro nos lleva a Hala y al resto de planetas a los que Dormammu ha atacado con su ejército de Sin Mente ya en Guardianes de la Galaxia #16 (#91) (pronto tendréis la reseña por estos lares). Ahí nos encontramos a Hulkling haciendo frente a duras penas a las constantes oleadas de soldados descerebrados del señor de la Dimensión Oscura. Y de ahí viajamos a esa escena que ya pudimos ver en los números finales de Imperio y que nos hacía temer un futuro aciago para la alianza kree-skrull y un mañana prometedor para los chicos de Abigail Brand. Lo que no se nos cuenta, y Al Ewing sí que nos deja entrever ahora a través de esos textos que acompañan al cómic y que ha puesto de moda el bueno de Jonathan Hickman, es que la líder de S.W.O.R.D. no se mueve por el mero altruismo y que la peligrosa situación en la que se encuentran ahora los imperios galácticos se ha visto manipulada en favor de una posible ventaja para los mutantes a medio y largo plazo.

S.W.O.R.D. #7: Reinado de X

¿Qué pasará si Brand es descubierta? ¿Qué puede ocurrir si todo lo que rodea al mysterium se escapa al control de los mutantes? Intuyo que ya existen tramas pensadas a futuros que contemplan tales vicisitudes (en Marvel parece que nada se construye si no es para poder ver como se derrumba después), pero en cualquier caso, contemplar las costuras que hay detrás de todos los logros recientes de los homo superior me hace pensar que vivía mejor en la ignorancia, cuando los mutantes, por arte de magia, se habían convertido en la especie dominante de nuestro Sistema Solar.