«Nada de lo que hagas puede afectarme. Puedo aplastarte en cualquier momento«

Tras dos entregas en las que, bajo el título de Siempre Patrulla-X, estábamos leyendo el cómic sobre la Resurrección de Magneto, Panini decide integrar X-Men Forever por fin a la dupla de cabeceras que componen este cómic (como ya hicieron en su momento Immortal X-Men y X- Men Red, de las que son sucesoras) y lo hace justo cuando en Ascensión de Potencias de X acabamos de ver a Charles dando el enésimo paso del loco. Leo en los comentarios que hace la gente sobre aquel cómic que quizás este debería haber sido leído antes, pero por una vez he de dar la razón a la editorial que distribuye Marvel en España: si hubiéramos leído este cómic antes no habría habido sorpresas en la traición del dueto Xavier/Cifra-Siniestro y, en muchos aspectos esta primera entrega de X-Men Forever es anterior a muchas de las cosas que hemos venido leyendo desde que comenzó Caída de X simplemente porque Kieron Gillen lo que pretende es dar explicación a cosas que quedaron en el aire y entrelazar los hilos sueltos de cada trama en un argumento común que ya veremos hacia dónde pretende llevar.

Así pues, esta primera entrega de X-Men Forever es un auténtico dolor de cabeza. Con regreso de personajes muertos, con planes dentro de planes dentro de otros planes más pequeñitos… y con Madre Justa recibiendo una dosis de karma tan suculenta que ya sólo por eso merece la pena leerse este cómic. También, y este es un momento brutal que casi he podido ‘oír’ más que leer, incluye el momento en que a Charles le es revelado que todos los mutantes  los que él creía muertos están a la espera en la Krakoa que se encuentra en la Sala Blanca más allá de la existencia. El suceso que definitivamente había roto al líder mutante y lo había desprovisto de sus ganas de luchar resulta que no había sido tal y el alivio y la bajada en la tensión que soporta el personaje son genialmente plasmadas en el cómic por Luca Maresca. Y este es sólo el principio de las revelaciones que pretende ir vertiendo en nuestras mentes esta grapa.

«¡La raza humana ya no merece el dominio del planeta Tierra!«

A continuación tenemos la tercera entrega de la Resurrección de Magneto, convertida en una guerra mental de Ororo y el antihéroe que da nombre a la cabecera contra el Rey Sombra. Esta segunda parte, que también me ha encantado, fuerza a los personajes a enfrentarse a sus mitades más oscuras y, en el caso de Magneto, esto fuerza al Amo del Magnetismo a ponerse cara a cara con aquel terrorista mutante que apareciera en el pasado de la Patrulla-X para aceptarlo tal y como era (y es) y utilizar su rabia y su necesidad de venganza para ponerlas al servicio de los mutantes. Podría decirse, sin temor a equivocarnos, que Magneto ha sufrido una evolución completamente opuesta ala de su amigo Charles, convirtiéndose poco a poco en uno de los mayores defensores de la gente X por encima de los planes y recontraplanes de su amigo el alopécico.

Siempre Patrulla-X #3

Siempre Patrulla-X (a falta del innecesario Lobezno de este mes) se eleva como la lectura más interesante de estos últimos treinta días y el único cómic mutante que de verdad nos deja con ganas de seguir leyendo. Esta larga Caída de X se va encaminando poco a poco a su desenlace y en estas páginas comenzamos a vislumbrar parte de lo que nos separa el futuro.