La línea Marvel Collection de Panini Cómics se empieza a ganar el cariño de muchos aficionados gracias al material que están recuperando del vasto catálogo marvelita y lo cuidada de las ediciones. Antes de verano disfrutamos de la reedición del primer año de Dan Slott al frente de la picapleitos favorita del mundo de los superhéroes: Hulka, y ahora tenemos la oportunidad de redescubrir a la chica araña por excelencia (con permiso de Jessica Drew y, en los últimos tiempos, de Gwen Stacy): May «Mayday» Parker.
La hija de Peter y Mary Jane, nacida en el marco de las historias What If? (en las que los autores jugaban con realidades y escenarios alternativos para sus personajes), caló pronto entre editores y aficionados, lo que dio la oportunidad a Tom DeFalco a guionizar una serie regular de Spidergirl con Peter y Mary Jane como padres protectores y secundarios de excepción.
En esta etapa que ahora empieza a recoger Panini Cómics nos ponemos en la piel de May Parker quien, ignorante de la doble vida de su devoto padre como vigilante enmascarado, descubre un día por casualidad sus habilidades sobrehumanas y se empeña en seguir el camino superheroico iniciado por aquel años atrás. Esto, como podéis imaginar da lugar a no pocos malentendidos y secretos entre ellos.
En cierta forma DeFalco consigue que volvamos a los tiempos clásicos del trepamuros a través de Spidergirl. Volvemos a tener a una protagonista en edad escolar, que debe lidiar con las responsabilidades y dramas propios del instituto, al tiempo que da sus primeros pasos como vigilante. Así, los conflictos amorosos, el día a día de las clases o las comidas familiares conviven con encuentros con Los 5 Fantásticos (sí, en este futuro son cinco) o las batallas contra el Duende Verde (ni una Spiderpersona sin su Duende). El guionista combina bien ambas facetas para hacer un retrato muy completo de su joven protagonista que, como su padre, «descubre» de la manera más espectacular y asombrosa las responsabilidades y dificultades del mundo adulto, que nos llega a todos sin avisar, de sopetón.
Uno de los aspectos más interesantes de esta encarnación arácnida es que no solo vemos el punto de vista de May, sino el de Peter. Ella, con la inconsciencia de la edad, se lanza a la aventura sin pensarlo. Lo hace porque con el poder que posee, es su deber. Pero él ya ha pasado por ello, sabe cuál es el precio que se puede llegar a pagar, y no quiere ver pasar a su hiija por ello. Este conflicto generacional entre padre e hija es una de las claves des Spidergirl. Nosotros nos ponemos del lado de la joven heroína, pero no podemos dejar de pensar que, hasta cierto punto, la preocupación de Peter (y también de Mary Jane) está bien fundada.
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