Para el tercer y último cruce de la franquicia arácnida con las Secret Wars de Jonathan Hickman, el guionista Christos Gage ha recurrido a una de las aventuras más recientes de nuestro trepamuros favorito, Spider-Island.

Escrita por Dan Slott (con la inestimable colaboración de Gage), la historia original recuperaba a una villana, la Reina Araña, con la que Spidey y Capitán América ya tuvieron algún encontronazo en el pasado, pero que en su última cita decidió que lo ideal sería apoderarse de Nueva York y convertirla en un nido de arañas. En aquella, la participación de Araña Escarlata resultaba crucial para que Spiderman lograra salir victorioso y arreglar la situación. Pero… ¿y si Peter no hubiera vencido y la Reina Araña se hubiera hecho con el control de Manhattan?

Esto es lo que nos propone este what if en forma de secuela, tomando al Agente Veneno como principal protagonista, con algunos miembros de Los Vengadores como Visión como aliados. Spider-Island nos presenta un territorio en guerra (como buena parte de los dominios de los que hemos podido dar cuenta hasta ahora), con nuestros héroes luchando casi más por la supervivencia que por frenar una amenaza en ciernes, pues esta ya se ha consumado. En este sentido vamos a encontrar poca novedad, pero a estas alturas ya no nos sorprende. Lo que sí resulta interesante es ver a las nuevas versiones de los personajes creadas para la ocasión. Y es que, dada la dirección que toma la historia en el primer gran giro que nos reserva al final del primer capítulo, Gage y su dibujante, Paco Díaz, han podido jugar con nuestros héroes como pocos autores han tenido ocasión durante estas Secret Wars, deparándonos auténticos descubrimientos (y alguna que otra completa ida de olla). En Spider-Island todo es posible.

Para ser una historia que transcurre en un escenario bélico, en una ciudad infestada de seres arácnidos, es sorprendente que el peso de la narración no está en las secuencias de acción. Al contrario, los autores hacen hincapié en las relaciones entre los miembros de, digamos, la resistencia y en cómo han afectado los distintos cambios físicos (y mentales) en algunos personajes. Aún así, el ritmo no decae en ningún momento, y el lector está sumamente enganchado a la trama gracias a los continuos giros que esta va ofreciendo. Por poner un pero, más allá de su ausencia de trascendencia, igual que el evento original, concebido como un blockbuster más que otra cosa, chirría bastante el numero de incongruencias con la historia de la que pretende ser secuela, máxime cuando Gage formó parte de aquella.

La gran sorpresa de este tomo es la inclusión de una historia protagonizada nada menos que por May “Mayday” Parker, ¡Spider-Girl!, la hija de Peter y Mary Jane que tras una larga trayectoria en solitario durante los 90, volvió brevemente como consecuencia de Universo Spiderman. Llevada a cabo por un equipo inigualable (Tom DeFalco, Ron Frenz y Sal Buscema), este relato viene a ser una continuación de Universo Spiderman, con los obligados cambios que el evento provocó en la vida de la heroína, como la muerte de su padre y la llegada de un tío Ben proveniente de otra Tierra.

Mucha acción y nostalgia se entremezclan en un relato que entusiasmará a los fans de la chica araña y que ya por sí sola vale la adquisición de este tomo.