Si la anterior reseña la titulamos Enigmas, esta tercera entrega de la miniserie editada por Panini Cómics acerca de nuestros dos Spidermen favoritos no podía tomar un titular distinto al de Revelaciones. Llegados al ecuador de la aventura Brian Michael Bendis ha decidido que era el momento de arrojar luz en torno al gran misterio que lleva torturándonos desde el final de Spidermen… ¿quién es Miles Morales?
El otro Miles, claro. El oriundo de la Tierra-616 antes de su choque y posterior fusión con Tierra-1610 en la Tierra Primordial en la que transcurre la actualidad del Universo Marvel. Para este interludio, Bendis decide dejar en el banquillo a los dos héroes arácnidos para centrarse en este misterioso Miles y contar su historia. Una historia para la cual el guionista recurre a escenarios en los que se siente realmente cómodo: los bajos fondos, la cárcel, la mafia… el pasado de este Miles se entrelaza con firmeza a uno de los grandes villanos de la Nueva York más callejera, esa en la que se mueven personajes como Daredevil o el propio Peter Parker. Pero no vamos a desvelar nada más.
Bendis no se ha ido todavía (o al menos no se han terminado de publicar sus últimas historias) y ya le estamos echando de menos. Se nota muchísimo el cariño que siente por estos personajes y el mimo que le pone a la hora de crear otros nuevos. El caso de Miles es paradigmático (tanto el que conocemos desde los tiempos de Ultimate Comics, como el que descubrimos aquí). Aunque a priori esta entrega parezca más un relleno que otra cosa, a buen seguro que este largo flashback tendrá repercusiones en el desenlace de la miniserie. De primeras ya ha cumplido la función de revelar el misterio acerca de este Miles Morales. Es un personaje complejo, cincelado por unas circunstancias nada fáciles, con un fondo no tan distinto de «nuestro» Miles.
Es una pena que estemos viviendo esta despedida en diferido de Brian Michael Bendis. Habría sido una gozada verle desarrollar el pasado de este Miles tan cercano a historias como las de la televisa Gomorra o de la icónica Scarface.
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