Vampires

Vampires: Los monstruos de Tezuka

VampiresPlaneta Cómic sigue dándonos alegrías con la recopilación de la obra de Osamu Tezuka en tomos kanzenban en tapa dura que dan más lustre a la bibliografía de uno de los autores más importantes de la historia del medio, hablemos de manga o del cómic en general.

 

«No todos los demonios son peludos y tienen cuernos«

 

Dentro de esta colección hoy nos toca hablar de Vampires, seinen de misterio y terror sobrenatural de nada menos que de 848 páginas (el tomo incluye la obra completa) y que requiere de una pequeña aclaración antes de lanzarse a por él. Aquí «vampires» no hace referencia a los vampiros per se, sino que se traduce como «vampíricos» y engloba a todos aquellos seres humanos capaz de transformarse en otras especies animales. Y en ellos descansa el conflicto que vehicula el argumento.

 

Toppei, el joven protagonista, abandona su pueblo para viajar a Tokio con la intención de convertirse en mangaka. ¿Y dónde mejor que en Mushi Production junto al mismo Osamu Tezuka para cumplir su sueño? El autor se transforma a sí mismo en un personaje de relativa importancia para ayudar al protagonista y para abrirse una puerta a través de la cual hacer guiños metatextuales y jugar con el lector sin que se resienta excesivamente el tono de la historia, que siempre con el drama y la oscuridad como capa principal, explora también con la comedia más cartoon. Es, en muchos sentidos, una obra de transición entre el mangaka de aventuras como Astroboy o La princesa caballero y el autor de relatos de corte mucho más adulto como MW o Adolf.

 

Vampires

 

Y a partir del encuentro entre Tezuka (el personaje) y Toppei, Tezuka (el autor) teje una historia en la que, aprovechando la peculiar naturaleza de los vampíricos, aborda temas como la discriminación, la pertinencia de las leyes y convenciones sociales o la libertad individual, transitando por géneros tan variados como el thriller criminal o el terror. Hay un evidente ánimo por parte del autor de experimentar en fondo y forma, donde caben capítulos como «Una historia de fantasmas» que podría pasar por cualquier leyenda del folclore nipón, o escenas que parecen sacadas de un musical de la factoría Disney. Obviamente a ojos actuales su tratamiento de algunas de las cuestiones puede pecar de simplista, pero muchas de ellas siguen siendo igual de válidas.

 

Sin estar entre sus obras imprescindibles, Vampires es una estimable lectura que va ganando interés a medida que nos sumergimos en su trama y que tiene un valor fundamental para entender e ilustrar la evolución del propio Tezuka como autor.

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