Red Sonja

Legenderry, una aventura steampunk: Fiesta de disfraces

LegenderryEn la mejor tradición de los What if… marvelitas o los Elserowlds de la Distinguida Competencia, la «independiente» Dynamite, de la mano del guionista Bill Willingham (la mente detrás de Fábulas) u el español Sergio Dávila, traslada a sus personajes a un mundo completamente nuevo. Los primeras espadas de la editorial: Vampirella, Red Sonja, Green Hornet y un largo etcétera abandonan sus respectivos territorios de confort y se sumergen en un universo steampunk en el que sus apariencias y profesiones cambian, pero la esencia sigue siendo la misma.

 

Como suele ser habitual en este tipo de relatos, los personajes aparecen «disfrazados», se les cambia el contexto, las vestimentas, a veces incluso los nombres, pero los elementos clave que los identifican están muy presentes. Autores y lectores juegan con las expectativas sobre sus héroes y disfrutan viéndoles en situaciones y entornos que en una continuidad establecida sería imposible de verlos. Ahí radica el encanto de estas aventuras. Más si, como es el caso, en la misma se aglutinan un nutrido número de héroes teniendo ya no solo una «historia alternativa», sino todo un crossover a partir del cual explorar todo el universo de dichos personajes. ¿Y si no los conocemos? No hay problema, Legenderry supone una excelente toma de contacto con este grupo de héroes de influencia pulp.

 

Willingham aprovecha la situación y concibe una historia en la que no faltan los elementos característicos de los protagonistas que utiliza. Así, nos encontramos con duelos de espadas, magia negra, monstruos… y todo en un entorno retrofuturista muy imaginativo.

 

La historia sigue a Magna Spadarrosa, quien anda recorriendo el mundo de Legenderry en busca de su hermana desaparecida –Red Sonja–, al tiempo que huye de un cónclave villanesco que la persigue por motivos que desconoce. A lo largo de los siete capítulos que conforman la obra, nuestra protagonista se va cruzando con los personajes de la editorial, que la ayudarán en su empeño.

 

Red Sonja

 

Impecable la edición de Aleta. Por pedir, siempre es más apetecible una encuadernación en cartoné (lo que, por otra parte, encarecería el precio), pero el contenido es muy atractivo, con un portfolio repleto de ilustraciones, portadas alternativas, bocetos y páginas a lápiz de Sergio Dávila para deleitarnos, más si cabe, de su arte en la obra.

 

Siempre hay un pero
Legenderry se encuentra con dos problemas para un disfrute completo. De una parte, la estructura narrativa adoptada por Willinghan puede generar cierta confusión. En lugar de plantearnos un relato más o menos coral (teniendo presente que Magna Spadarrosa está en el centro de todo), con los personajes definidos en sus primeros capítulos para poder sacar mejor el potencial de todos ellos, decide dedicar cada episodio a la presentación de uno o dos personajes. Con esto, sí, nos ponemos en el lugar de la protagonista, conmocionada ante todo lo que acontece a su alrededor, pero se nos hace extremadamente difícil poder empatizar con sus compañeros de viaje, quienes quedan descritos a retazos, no da tiempo a profundizar en ellos. Se pierde naturalidad en el texto y no hay una verdadera dinámica de equipo (importante para el clímax de la historia).

 

Red Sonja

 

Derivada de esta cuestión nos encontramos ante un desenlace precipitado y pretendidamente ambiguo, que nos deja a las puertas de un relato mucho más ambicioso. La presentación del villano queda relegada a los últimos números y no da tiempo a explorar sus motivaciones, apenas queda esbozado su carácter. Sabemos que es malo y quiere implantar un reino del terror, y ya. El problema, sobre todo, está en no saber si habrá continuidad a la historia o no. Al poco de cerrarse la miniserie, Dynamite se lanzó a la publicación de tres spinoffs de la obra, protagonizados por Green Hornet, Vampirella y Red Sonja. La duda está en si los veremos publicados en España y si realmente siguen la aventura donde lo ha dejado Legenderry o narran acontecimientos complementarios.

 

Una interesante lectura, sin duda: Entretenida, de un tono muy pulp, y visualmente muy atractiva (el dibujo de Dávila es muy detallista en la recreación de los elementos victorianos y la tecnología steampunk, además de mostrar un trazo muy dinámico y fluido que no se corta cuando la acción pide que corra la sangre). Sin embargo, las dudas que plantea su conclusión también son un motivo de peso para abordar la obra o no.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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