Wonder Woman

Grandes autores de Wonder Woman. Pasado imperfecto: Agridulce despedida

Wonder Woman: Futuro imperfectoTercer y último tomo dedicado a la etapa de John Byrne al frente de las aventuras de la princesa amazona y sus amigos que ha venido recogiendo ECC Ediciones en su colección Grandes autores de… Tras las buenas sensaciones que nos dejaron las lecturas anteriores, en este último volumen Byrne se enreda demasiado en resolver problemas de continuidad y en la vinculación de su serie con los eventos de turno haciendo que su despedida no sea lo satisfactoria que debería haber sido.

 

La primera saga que nos encontramos aquí, que continúa los acontecimientos del tomo anterior, donde Diana y las amazonas luchaban contra Nerón, tiene importantes lazos con la miniserie Génesis (que ECC ha publicado, de momento, solo dentro de su colección de «novelas gráficas»). Su lectura no es imprescindible, pero sí recomendable para entender algunos aspectos claves de la historia, sobre todo en lo concerniente a la participación de Donna Troy e Hipólita. Se producen algunos saltos entre los capítulos causados por la estrella vinculación de estos primeros capítulos con la miniserie mencionada, lo que se traduce, no solo en pérdida de información o contexto, sino en una pérdida de impacto y dramatismo en el foco de la historia, que no es otro que la vida de Diana, pendiente de un hilo.

 

Pasado este trago inicial, liberada de sus deberes editoriales, la serie vuelve a transitar con cierta fluidez. Sorprende que en estas historias el papel de Diana sea más bien secundario y las citadas Donna e Hipólita se conviertan en los verdaderos motores de la serie en su tramo final, con personajes como Artemisa o, incluso, Jay Garrick (el primer Flash) tengan un peso equiparable al de la amazona. Este hacer a un lado a Diana se entiende desde la intención del guionista por resolver ciertas inconsistencias en la cronología editorial (tema apuntado en el texto que sirve de prólogo al volumen) y de permitir el crecimiento del plantel de aliados de la heroína para dotar de una mayor riqueza al entorno de esta. Lo que busca Byrne, al final, es dejar un legado que otros autores puedan aprovechar en el futuro.

 

El peso de Génesis en esta recta final de la colección trae consigo como consecuencia que las tramas derivadas de las maquinaciones olímpicas pierdan fuerza y tiendan a generar cierta confusión en el lector (por la citada falta de información mencionada antes), lo que lleva a Byrne a limitar la presencia de estos todo lo que puede. La vertiente mágica, sin embargo, cobra una mayor importancia, con personajes como Merlín o Ángel Oscuro llevando a nuestros personajes por caminos atrevidos y ciertamente rocambolescos en algunos casos. El guionista se permite jugar con la historia llevando a la Sociedad de la Justicia pelear contra Hitler y los nazis, o reescribir el origen de algunos de los protagonistas de la cabecera (hasta que otro autor, como suele pasar, diga lo contrario).

 

La sensación con la que uno sale de esta etapa es que ciertas decisiones han pesado demasiado y el equilibrio entre crear algo nuevo y ser consecuente con los precedentes inmediatos de la colección no se ha conseguido del todo. Sin embargo, es indudable el buen hacer de Byrne para construir una historia muy amena y entretenida.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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