Los cómics, con el cine, son reflejo del tiempo en el que nacen y, en no pocas ocasiones, tienen la capacidad de anticipar el futuro. Generalmente, para nuestra desgracia, suelen atinar cuando se trata de un futuro oscuro. Nos dicen: «¡Cuidado! ¡O reaccionáis o esto es lo que va a pasar!». ¿Y qué hacemos nosotros? Esbozamos una sonrisa pensando en lo exagerado de la situación que propone la ficción de turno y cuando nos topamos con la realidad ya es demasiado tarde.
«Si quieres saber mi nombre, gánatelo«
La Wonder Woman de Tom King y Daniel Sampere arrancó su publicación en 2023, dos años antes de que Trump retornara al poder en EEUU e iniciara su deleznable campaña anti-migración, convirtiendo a los extranjeros en criminales a los que perseguir y deportar o encarcelar, tanto da, usando la violencia y el miedo como armas. Bien, King y Sampere adelantaron lo que estaba por venir convirtiendo a las amazonas en víctimas perseguidas por una débil administración que basa su poder en el temor y las amenazas. ¿Y Wonder Woman? Un símbolo al que matar.
Porque «El Soberano», némesis de esta aventura, al igual que Trump, tiene una imagen distorsionada de sí mismo y del mundo que se resume en «si no piensas como quiero que pienses, eres mi enemigo». Y Diana, las amazonas, representan una visión del mundo que las mentes pequeñas son incapaces de procesar.
King y Sampere proponen un conflicto entre ideales e ideología y en torno al relato, la verdad frente a las mentiras. Un conflicto que vemos a diario en medios e Internet. Un conflicto que parece inclinarse a favor de las mentiras y la ideología. Y he ahí otro de los grandes poderes que atesora la ficción y que Wonder Woman siempre ha esgrimido como una enorme espada en nuestra defensa. Mientras ella siga en pie, la esperanza no desfallecerá. Diana no es ingenua y sabe que es difícil, mucho, pero cada pequeña buena acción siempre deja un poso y nos impele a seguir adelante, a creer que la verdad y los ideales, la esperanza, acabarán saliendo victoriosos.
El dibujo de Sampere enfatiza la resiliencia y las emociones de la semidiosa amazona en un mundo que parece haberse puesto de acuerdo para acabar con ella. El artista español nos recuerda que esta sigue siendo una aventura de súper heroínas, a pesar de que King y su guion se empeñen en retratar lo mezquino que es el mundo actual por culpa de esos débiles hombres que ostentan el poder sin mirar más allá de su ombligo, capaces de destruirlo todo si eso satisface sus egos.
Para terminar, un pequeño apunte sobre las ediciones. Si en su día confiasteis en ECC Ediciones y os hicisteis con el «primer» tomo de la Wonder Woman de Sampere y King, el salto a la edición de Panini Cómics debéis hacerlo en su cuarta entrega, cuya portada es la que ilustra el arranque de este post. Ya sea combinando ediciones o partiendo directamente desde el número #1 de Panini, esta Wonder Woman es una lectura obligada. No solo por su calidad respecto a otras etapas de la amazona o de otras colecciones, sino porque habla tanto o más de nuestro mundo que de la ficción.

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