Liga de la Justicia Oscura

Liga de la Justicia Oscura #4: Viejos amigos que no quieres ver

Liga de la Justicia Oscura #4«¡Esa arrogancia será tu muerte!«

 

John Constantine es un personaje como la copa de un pino. Mentiroso, ladrón, ambicioso, timador, leal sólo a quien más beneficio le reporta… y sin embargo tan querido y tan complicado de dejar de lado. Keanu Reeves no llegó a ser ni tan siquiera su sombra en la regular película de Francis Lawrence (Constantine, 2005), menos mal que Jeff Lemire ha llegado para hacer que demuestre su versatilidad y sus extraordinarias dotes de líder aún cuando sus compañeros no logren confiar en él al 100%. Constantine siempre parece saber lo que hay que hacer y si se lanza confiado a una batalla es porque ha debido ver una clara posibilidad de victoria, ¿no? ¿NO?

 

En el anterior tomo vimos cómo John y los suyos se embarcaban en una aventura en pos de los libros de la magia, unos artefactos de tremendo poder que ya buscaron en la antigüedad grandes magos como Merlín y que, se dice, otorgarían a su poseedor un control total sobre el mundo mágico. En el camino, los integrantes de la Liga de la Justicia Oscura se encontraron con un villano de largo recorrido y escasa suerte que respondía al nombre de Faust. Pero Faust ya no era el mago débil y retorcido que necesitaba de tretas para progresar, ahora disponía de una fuente casi inagotable de poder con la que había puesto en jaque no sólo a nuestros protagonistas, sino también al gobierno de los Estados Unidos y sus organizaciones menos conocidas.

 

¿De dónde extraía su poder Faust? ¿Qué quería Constantine de los Libros? ¿Hay un traidor en la LJO?

 

«Porque maté a su padre«

 

Lemire está sabiendo jugar muy bien con el pasado conocido y desconocido de los personajes para vendernos una historia que destila acción y aventuras y que desprende en todo momento un cierto aroma a misterio arcano, lo justo como para interesarnos sin llegar a lograr que nuestra cabeza dé vueltas entre una maraña de términos y palabras en idiomas inventados y lenguas muertas. La Liga de la Justicia Oscura es una de las cabeceras más atractivas del NuDC en lo que a superhéroes se refiere y lo está logrando pese a no contar con personajes a priori protagonistas (si excluimos a Constantine). El esfuerzo es digno de aplauso, porque el título nació más como un experimento que como una serie con ambiciones y ahora se perfila como una de las imprescindibles para entender los sucesos que han de venir en el escenario de los cómics DC.

 

Liga de la Justicia Oscura #4

 

Por el camino, el autor ha ido recogiendo a «héroes caídos» como Andrew Bennett (cuya colección, Yo, Vampiro, está cerca de su final en España) o Frankenstein (cuyas aventuras como Agente de S.H.A.D.E. no me llegaron a convencer). El primero de estos dos eventualmente abandonará las filas de la formación (su participación tiene que ver más que nada con el favor que les debe a Constantine y los suyos por su participación en el Alzamiento de los Vampiros), pero el segundo, tras la cancelación de su serie, ha hecho de la LJO su segundo hogar y ahora deberemos ver cómo se desenvuelve. Yo pongo mi voto de confianza en él, no por nada cumple el papel de cierto dios del Trueno de la Casa de las Ideas en el grupo.

 

«No eres más que otro tipo al que le rompió el corazón una chica guapa«

 

La otra incorporación que Lemire hace a la serie es la del villano en la sombra… Faust puede haber mejorado, pero no deja de ser quien es: un mago sin talento al que le han dado demasiado poder para manejar. Se hacía necesaria la presencia de un personaje con más empaque y la elección del guionista, a pesar de ser un tanto obvia, no podía ser mejor. La saga de Los Libros de la Magia llega a su fin en este tomo cerrando así el primer año de la Liga de la Justicia Oscura en el NuDC y dejando la puerta abierta para una segunda temporada repleta de magia, traiciones y personajes difíciles de enmarcar en un género que no sea el de las aventuras sobrenaturales.

 

Mikel Janín (con la ayuda puntual de Victor Drujiniu para los retoques) vuelve a ocuparse de dar vida a los guiones de Lemire. El dibujo de este pamplonico no hace más que mejorar y le da a los personajes de LJO justo el aspecto que se espera de ellos sin ceder ni por un momento un ápice de dinamismo en pos del realismo que desprenden sus figuras. La Liga de la Justicia Oscura gusta por el guión y enamora a la vista, ¿qué más se puede pedir a un cómic?

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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