«Llega la hora de dejar atrás el pasado y aceptar las gloriosas incertidumbres«

Tercer guionista que se hace cargo de la Liga de la Justicia Oscura tras la breve etapa de Peter Milligan y el prolongado y exitoso periplo de Jeff Lemire al frente de la colección. Ya en el cruce del supergrupo con Maldad Eterna J. M. DeMatteis se puso al timón de lo que debía de contarse sobre Constantine y los suyos, pero ahora, liberado de los compromisos multiversales, el guionista se enfrenta a llevar las riendas de una serie en la que ha cambiado el personaje central y que no parece tener demasiado claros sus objetivos a medio-largo plazo.

No es broma. Atajada la amenaza de la Plaga y de los invasores de Tierra 3 Frankenstein, Orquídea Negra y, en un principio, la Cosa del Pantano ya no tendrán en la Casa del Misterio nada que los ate y será el momento de despedirnos de varios de los compañeros a los que nos hemos ido acostumbrando (nada traumático la verdad, dado el carácter variable de la formación). De hecho, el cambio más importante para la Liga de la Justicia Oscura es el relevo que se produce entre Constantine, muy tocado tras lo ocurrido al final de la anterior saga, y Zatanna al frente del grupo.

«¿Y esto te parece demasiado raro?«

DeMatteis se enfrenta a un reto peligroso: si su relato funciona se podrá decir de él que fue uno de los mayores valedores de la figura de la mujer de la magia reversa, pero si fracasa su etapa no sólo será olvidada, sino que probablemente quien herede la serie se verá obligado a volver a poner al frente a un Constantine que no parece tener mucha prisa por abandonar las páginas de la colección. Habrá que darle algo de crédito al guionista de la divertida e interesante Liga de la Justicia 3000 dado que su paso por Maldad Eterna ha sido de lo más satisfactorio para los lectores, pero la sombra de Lemire es larga y DeMatteis juega con personajes muy temperamentales, así que habrá de andarse con cuidado.

Constantine, al principio de Liga de la Justicia Oscura #9

De momento comenzamos con un tomo de transición del que el guionista se vale para profundizar en dos personajes esenciales para esta nueva etapa y que, sin embargo, no habían recibido demasiado trato de momento en el ya no tan Nuevo Universo DC. Estoy hablando de la Enfermera de Pesadilla y de Deadman. Ambos son protagonistas de sus dos propias aventuras en este número y así, por fin, podemos averiguar algo más del personaje que el propio DeMatteis creara hace cosa de dos años para el octavo número americano del Fantasma Errante. El autor, tan amante de la mitología grecorromana, no puede resisitirse a introducir alguna que otra referencia a las antiguas culturas europeas en la narración de los orígenes del personaje. Sin embargo, se guarda aún muchas incógnitas a su alrededor, quizás con la esperanza de que alguna de ellas le sirva para una nueva aventura del grupo en el futuro.

«Estoy seguro de que hay alguien ahí fuera más imbécil y arrogante que John Constantine…«

La segunda mitad del tomo queda dedicada a profundizar en el personaje de Boston Brand, cuya evolución desde que que ejerciera de novio temporal de la heroína Paloma y hasta el momento actual ha sido brutal. Deadman ha ido desarrollando una cada vez más fuerte espiritualidad que lo lleva en este número a buscar sus raíces en compañía de la deidad que lo trajo de vuelta a la semivida. De paso, esta breve saga sirve para zanjar el destino de la ciudad mística de Nanda Parbat, que quedó «destruida» tras los sucesos ocasionados por el Thaumatón y que ahora nos demuestra una vez más su capacidad regenerativa más allá de las fronteras de nuestra realidad.

Liga de la Justicia Oscura #9

El segoviano Andrés Guinaldo aterriza en Liga de la Justicia #9 para hacerse cargo del dibujo. Su estilo es continuista en las formas, pero introduce mucha más luz y color en la colección, apartándola un tanto de la oscuridad que siempre la ha caracterizado. Especialmente llamativas son las páginas que el dibujante dedica al interior cambiante de la Casa del Misterio, que tan pronto se nos muestran como una selva exuberante como con el aspecto de un lujoso spa.

No nos permite este número hacer demasiadas cábalas sobre hacia dónde pretende llevar DeMatteis la serie (tampoco lo hará Liga de la Justicia #10 al contener el segundo anual de la colección), pero al menos de momento el autor parece decidido a profundizar en los personajes y eso no puede sino hacerles mucho bien de cara a futuras aventuras en equipo.