Poco ha tardado James Tynion IV en cruzar los caminos de su Liga de la Justicia Oscura y la serie en solitario de Wonder Woman. Apenas concluido el primer arco de la primera (que pudimos disfrutar no hace mucho) el guionista concibe un relato enfocado en darle validez a la presencia de Diana en la formación heroica más allá de las razones publicitarias de turno y en estrechar lazos con la Themyscira mágica. Para ello acude a Hécate, diosa de la tradición griega vinculada -entre otras cosas- a la brujería y que aquí toma el papel de antagonista.
«¡Cosa, métenos en el armario! ¡Ya!«
Introducida en DC Comics a principios de los 80, la presencia de Hécate, si bien secundaria en relación a otras deidades, ha sido constante gracias a personajes como Circe, para quien siempre ha sido objeto de culto. Ahora, con el escenario que ha abierto Noches Oscuras: Metal, Tynion IV ha visto la oportunidad perfecta para poner en el centro a Hécate y reivindicar su importancia en el panteón deceíta. De hecho va mucho más allá creando un contexto para ella que la vincula al mismo origen de la vida en La Tierra, reescribiendo su relación con Zeus y sus hijos (y que guarda alguna que otra similitud con una historia sobre Pandora ilustrada por Jill Thompson) y la conecta -como es de esperar- al multiverso oscuro y Otraclase, el gran villano de su Liga de la Justicia Oscura.
En torno a ella Tynion construye una aventura que si bien estrecha sus lazos con su colección (en el capítulo número #2 del primer volumen ya siembra la semilla de esta historia) y desarrolla conceptos ahí vistos, puede abordarse con relativa facilidad. El autor explica lo que debe explicar de forma que nadie se sienta perdido durante la lectura. Y lo mismo sucede respecto a la serie de Wonder Woman, aunque aquí parte con la ventaja de coger a Diana en un impasse, justo entre el final de la etapa de Steve Orlando y antes de la llegada de G. Willow Wilson a la cabecera, pudiendo utilizarla sin tener que lidiar con cargas extras sobre sus hombros.
Uno de los aspectos más interesantes de la aventura es la forma en la que ambos mundos (el de Wonder Woman y Liga de la Justicia Oscura) encajan y dan lugar a una mitología compartida. Y aunque esta no tiene visos de seguir presente (al menos en un primer plano) en la vida de la amazona, sí puede tener consecuencias a medio plazo entre las filas de la formación mágica. Tynion cuida bien que La hora bruja sea coherente con Wonder Woman y la conecta con su pasado en un inteligente uso de la retrocontinuidad que no hace sino aportar interesantes matices a la historia del personaje.
Aporyado por un nutrido número de dibujantes (Álvaro Martínez Bueno, Emanuela Lupacchino, Fernando Blanco, Jesús Merino, Miguel Mendoça y Raúl Fernández), el guionista recorre diferentes parajes del los rincones mágicos del universo DC y elabora una historia que combina bien los elementos propios de estos lugares con los aspectos más canónicos del cómic de superhéroes dando lugar a una lectura muy completa y que da un impulso a la vertiente sobrenatural deceíta.
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