«Siempre he querido servir a nuestra gran nación«

Medusa Cómics (Valiant) pone fin a la serie de Bloodshot que ha guionizado Kevin Grevioux con vistas a tenerla lista para empaquetar de cara al estreno de la película sobre el personaje que va a protagonizar Vin Diesel dentro de unas semanas en las salas de todo el mundo. Al igual que el filme que dirige Dave Wilson, Bloodshot: Espíritu Renacido ha rondado alrededor de los orígenes del antihéroe más famoso de la editorial norteamericana en un ejercicio que comenzó siendo muy interesante, luego perdió algo de fuelle, pero ahora cierra de una manera sorprendente y ciertamente inesperada.

Tanto que da la impresión que la historia de Grevioux (que ha necesitado de la intervención de Eliot Rahal para reconducir la trama hacia su conclusión) debería haber ocupado unos cuantos números menos. Uno no puede evitar pensar que Valiant ha tensado el chicle con tal de tener lista una serie que merezca la pena recopilar en tomo antes de que Tim Seeley recupere la continuidad del personaje y lo integre de una manera u otra en el siempre prometedor y siempre naciente universo comiquero que comparte el personaje con Livewire, Ninjak, Faith… De hecho, casi se habría entendido mejor la serie como una continuación directa de la etapa de Jeff Lemire. Tal y como ha ocurrido en DC con las series de Batman o, más recientemente, Flash, en las que el presente ha quedado en suspenso mientras sus autores nos contaban circunstancias del pasado de los personajes que les interesaban de cara al futuro de dichas colecciones o para poder profundizar en cada uno de sus héroes.

«Tenemos una última pregunta antes de decidir qué hacemos con usted«

Lamentos aparte, el último número que reseñamos nos dejaba con la incómoda situación de un Bloodshot «poseído» por un engrama de memoria especialmente conflictivo. En las entregas que cierran la serie esta trama termina de saltar por los aires, arrastrando consigo a prácticamente todos los personajes involucrados y, sin embargo, construyendo un nuevo punto de partida para el personaje sumamente prometedor, con nuevas motivaciones, problemas y misterios que explorar para un personaje que, si se lleva bien, casi es como si volviera a ser nuevo para su nuevo guionista.

Bloodshot: Espíritu Renacido #8

Bloodshot: Espíritu Renacido no ha sido lo que esperaba, ha supuesto cortar con una historia que me encantaba y tampoco ha llegado al nivel de su predecesora, pero sirve de manera fabulosa al cometido que se le encomendó: allanar el camino para que una nueva hornada de lectores se enganche a las historias de este soldado de fortuna. En cuanto a Seeley, que recoge el testigo a partir de este 2020, no tengo ninguna duda de que nos tiene preparado algo importante. Sería la primera vez (tras maravillarme en Revival y gustarme mucho durante su etapa en DC) en la que este guionista no cogiera un concepto conocido por todos y le diera una vuelta para convertirlo en un nuevo juguete con el que todo el mundo quiera jugar.