«Ah, señor Luna, le estábamos esperando«
Proseguimos un mes más con la arqueología de los tiempos de Espíritu Renacido del cuasi-inmortal personaje de Valiant que da nombre a esta colección que publica en nuestro país Medusa Cómics. Las dos primeras entregas nos habían tratado de volver locos con una secuencia recurrente de historias de origen del personaje que terminaban por mostrarse como constructos destinados a controlar la mente del soldado imbuido en nanitas y evitar que se volviera loco. Una vez planteada esta realidad, Kevin Grevioux suelta el botón del repeat y deja que la historia avance, en lo que aspira a convertirse en una nueva ‘primera historia’ para el antihéroe.
Así, Bloodshot: Espíritu Renacido #3 comienza con una nueva fábula de origen para el personaje (esta vez injertada en los momentos previos a la revolución cubana de 1898) que parece, por fin, funcionar y dar lugar al soldado imparable que todos conocemos. El proceso para que esto funcione no termina de quedarme claro del todo (¿ahogan las dudas en un supuesto siglo de estasis? ¿Me equivoco?) pero tiene como resultado a un Bloodshot que es llamado por este nombre por vez primera en un pretérito año de 2013 y lanzado a su primera misión en uno de los rascacielos de Dubai. Una misión que, por supuesto, no irá como estaba planeado.
«Lo de mañana va a ser como dar un paseo por el parque«
Lo que me preocupa un poco de todo esto (aparte del fastidio de haber dejado la historia actual en stand by que ya comenté en mi anterior artículo) es que esta tercera entrega la he leído en casi diez minutos. Y la historia que contiene apenas avanza. Me desconcierta el ritmo que va a seguir a partir de ahora la colección porque, o se da un poco de prisa, o habrá consumido sus primeros seis meses sin que Bloodshot haya hecho otra cosa que despertar y volver a dormir el sueño de los justos. Entiendo que los dos primeros capítulos han sido de introducción, pero es que la primera mitad de este tercero lo es también y la verdadera acción no la contemplamos hasta las últimas páginas del cómic, en las que el ritmo tampoco es una de las mayores virtudes vertidas por el guionista.
Sigo empeñado en apostar por esta nueva serie, pero creo que su autor haría bien en pisar el acelerador de una vez por todas. Bloodshot siempre ha sido un tipo expeditivo, no tiene sentido que su serie transite ahora por aguas empantanadas. Además, una de las cosas que me gustaron de las dos primeras entregas, esa sensación de desasosiego que compartíamos con el protagonista, se pierde en una grapa que apuesta más por la tercera persona y por mantener a Bloodshot como un personaje más dentro de una trama mucho más compleja. Con un poco de suerte, y tal y como termina este número, tendremos más de esa cercanía al héroe a partir del mes que viene. Espero poder estar contándoos una historia un tanto diferente entonces a la que me he encontrado en esta ocasión.
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