Veneno #21 (#69)

Veneno #21 (#69): Cacao simbionte

Veneno #21 (#69)«Sé sincero contigo mismo. Sé sincero con nosotros dos«

 

Al principio Veneno fue el único simbionte. Corría el año 1984 y La Cosa de John Carpenter estaba muy viva en las retinas de la gente, por lo que la Casa de las Ideas rápidamente se buscó su propia versión para el mundo de los héroes y villanos. Esto nunca llegaremos a saber si fue del todo consciente o inconsciente (lo mismo ocurriría con Alien y el Nido), pero sí que fue mucho más voluntaria la creación de Matanza (Carnage) en 1992, a raíz del éxito arrollador que había tenido el que naciera como un traje alienígena para Spider-Man. Y a partir del hijo de Veneno con la sangre de Cletus Cassidy comenzó la locura. En 1993 nacerían (aún sin nombre) Grito, Fago, Lasher, Agonía y Riot (todos a partir de las células de Matanza) y desde entonces hasta ahora ha sido un no parar: Anti-Veneno, Toxina, Scorn

 

Os cuento todo esto porque desde el comienzo de esta cabecera ya hemos tenido lío de sobra con las múltiples y coloridas versiones de Eddie Brock. Y con la coexistencia de Veneno (vistiendo a Dylan, su hijo) y el propio Eddie. Y también teníamos por ahí a Durmiente, por si necesitábamos algún simbionte más. Pero ahora, finalizada la primera etapa de la colección, aterriza Flexo (el personaje no es nuevo, pero sí lo son sus antecedentes klyntar), también hemos visto a Dylan de charleta con Red Goblin y ahora lo vemos haciendo migas con Toxina. Es lo que toca, Al Ewing parece querer ir reuniendo a todos los simbiontes conocidos, no sabemos bien si para algún evento fuertote o para, simplemente, ir dándole algo de coherencia y cohesión a toda esta parte de Marvel que ha sido siempre un campo fértil para la experimentación (es que hasta Iron Man tuvo un traje de base klyntar hace unos años).

 

«Cuando los niños mueren todo el mundo dice que eran geniales… especiales«

 

Sea como fuere, con Ram V fuera de la serie (no sé si de momento o de forma permanente), es el propio Ewing el que se hace con las riendas de la parte de la cabecera que atañe al bueno de Dylan, haciendo que éste se cruce con Flexo, a quien conocimos en el cómic del Free Comic Book Day de este año y de quien aún nos queda por descubrir parte de la historia (la portada de este número lleva al engaño sobre su contenido). Ver a Dylan haciendo de héroe con Veneno es entre entrañable y triste, porque el chaval recuerda mucho al Spidey de los primeros años, pero la realidad que azota a los Brock tiende a ser mucho más desagradable y la muerte siempre parece acompañarle allá donde quiera que vaya.

 

Veneno #21 (#69)

Veneno #21 (#69)

 

Para terminar de rizar el rizo, y como aperitivo para su aterrizaje en la nueva cabecera de Matanza, la buena de Torunn Grønbekk (que viene de cerrar la etapa de Donny Cates en Thor) escribe el capítulo que cierra la segunda mitad de esta entrega. En él volvemos a ver a Dylan, esta vez acompañado de Toxina, investigando una serie de muertes de empleados de Alchemax. La cosa pinta oscura y siniestra y, justo al final, la autora nos deja entrever quién va a ser la verdadera protagonista de la historia que nos pretende contar y, sin entrar en detalles, esto me suena a un nuevo nombre que añadir a la ya larga lista de simbiontes que os comentaba al principio de este artículo. La fiesta que se está montando va a ser multitudinaria, pero nos va a exigir a los lectores que vayamos con cuaderno de notas a cada encuentro con los cómics del Protector Letal.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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