«Conozco un sitio donde los milagros son posibles«
¿Sabéis lo que señala a una serie como un éxito del momento? No son las cifras de ventas, ni la cantidad de menciones a su título en Twitter. No. Lo que hace que una serie se revele como la colección del momento son sus crossovers. ¿Os reís? Os pongo dos ejemplos sin dar nombres (seguro que cada uno de vosotros sabe de más e un ejemplo): Cuando una serie no logra despegar, ¿qué es lo primero que pasa? Que vemos a su personaje principal como actor invitado en alguna de las series grandes de la editorial. Al revés funciona igual, la historia que lo esté petando a nivel editorial siempre será la que hospede a los desheredados y a aquellos que están a punto de emprender el vuelo y necesitan un de un empujón inicial.
Exactamente esto es lo que pasa a partir de este mes con Bloodshot Salvation. El mismo mes en que Medusa Cómics lanza los dos primeros números del esperado regreso de Shadowman (con unos diseños de portada que me llaman poderosamente) nuestro héroe se embarca en una nueva aventura que lo va a llevar a su terreno. Dos por el precio de uno: avanzamos en la trama de la hija de Ray y le damos a Shadowman un arco argumental completo para convencernos de lo interesante de la serie que va a escribir Andy Diggle.
«Puedo llevarte a un lugar más allá de la muerte«
Por el camino asistimos al reencuentro (con su lógica bronca) entre Ray y Magia y a una nueva separación (no suele ser muy seguro llevarse a una civil al sitio al que van Shadowman y Bloodshot) que puede tener consecuencias tenebrosas para nuestro protagonista si hacemos caso a los flashes al futuro que hemos ido contemplando desde que dio comienzo la colección. En ellos Lemire nos ha mostrado una realidad complicada de encajar, pero sobre la que este número da algunas jugosas pistas. Y es que, ¿no sería muy sencillo hacer crecer de golpe a la mini-Bloodshot merced a alguna especie de pacto con el diablo? ¿No podría ser que el resultado de ello fuera el regreso de una Jessie crecidita al presente y la separación de padre e hija por los océanos del tiempo? Esa es mi apuesta. Veamos hasta qué punto me he acercado en unos meses.
De momento limitémonos a disfrutar de un cómic que enamora con cada número y en el que Renato Guedes se deja la piel a partir de este número en unas viñetas para enmarcar y que, si nos hacemos eco de lo que llega desde los Estados Unidos y de cómo termina el número de septiembre, no va a hacer sino mejorar y dejarnos boquiabiertos. Las dos grandes editoriales norteamericanas han perdido una oportunidad de oro al dejar escapar a este tipo de talentos y las emergentes como Valiant se están beneficiando de todas las historias que la estricta línea editorial de las otras nunca permitió que vieran la luz. Mientras que los principales beneficiados de todo esto seamos los aficionados al cómic no me va a parecer para nada mal.
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