ECC Ediciones nos trae Crisis de Identidad, de Brad Meltzer y Rags Morales, en un tomo en cartoné que reproduce la edición publicada en EEUU por el décimo aniversario de la obra. Un libro cargado de extras (un prólogo de Joss Whedon [que se puede leer aquí], bocetos y diseños de personajes, un extensísimo artículo en el que los autores desgranan el cómic, imágenes de las portadas originales y el guion literario del primer número), pero, como ya suele ser habitual, se echa en falta algún texto que sirva de aproximación al relato y a los personajes para facilitar la lectura a todo aquel que quiera acercarse al mismo y no tenga mucha idea del contexto en el que se mueve.
Uno de los aspectos más interesantes de la obra –en cuanto a su concepción– es la elección de Brad Meltzer, un novelista especializado en el thriller político que antes de Crisis de Identidad apenas había escrito un arco argumental para la colección de Green Arrow. En DC Comics querían dar un golpe de efecto con esta miniserie que afectaría a los cimientos de La Liga de la Justicia y pensaron que lo ideal sería buscar a alguien alejado del medio. La fórmula les salió de maravilla. Y a Meltzer le terminó picando el gusanillo de las viñetas y desde entonces se dejaría caer en otros proyectos de DC y de Dark Horse.
¿Pero qué nos cuenta Crisis de Identidad? A raíz de una tragedia que afecta a Ralph Dibny (Plastic Man, miembro clásico de la Liga de la Justicia, relegado a un segundo plano con los años), la comunidad superheroica entra en un debate –de matices éticos– acerca de las identidades secretas, los sacrificios que requieren, el precio a pagar para mantenerlas, o la misma necesidad de ellas. El sempiterno temor del superhéroe de poner en peligro a su familia si se descubre quién es, toma aquí un papel central, y se aborda desde las más variadas perspectivas y consideraciones. Un ejercicio muy estimulante cuando lo normal suele ser tratar estos temas desde puntos de vistas carentes de matizaciones suficientes, simplificando en exceso (véase la primera guerra civil marvelita, más preocupada en el artificio visual que en profundizar en su propio debate).
El concepto de la identidad se mueve en dos frentes a lo largo de la obra. Por un lado, el ya comentado acerca de la identidad como herramienta de protección en la vida del justiciero, y por otro, el referido a la propia definición de los personajes, a cómo sus actos configuran su identidad, hacia sí mismos y hacia los demás. Pero Crisis de Identidad también habla de las obsesiones y del amor (no siempre bien entendido). De esta forma, Meltzer consigue darle una capa reflexiva muy interesante al cómic, aumentando su valor más allá de los esquemas habituales del género.
Aunque en un principio Ralph Dibny se presenta como eje de la historia, son Green Arrow y, en menor medida, Ray Palmer (Átomo) y la dupla Batman y Robin (Tim Drake), quienes llevan el peso de la narración, formando un triángulo sobre el que el guionista desarrolla con libertad y descaro su aventura, jugando incluso con la continuidad del universo DC aportando “luz” a hechos del pasado. Unas decisiones que acercaron esta obra a la mítica Watchmen (con el consiguiente peligro de las comparaciones) y que, al mismo tiempo, levantó ampollas entre los seguidores más puristas. Con todo, Crisis de Identidad es uno de los grandes hitos de la historia reciente de DC Comics.
Deja un comentario: