Medusa Cómics nos lanza al campo de batalla con el primer volumen (en formato rústica, que contiene los números #1-4) de la etapa actual de La ira de Eternal Warrior, la serie centrada en las aventuras del guerrero inmortal Gilad Anni-Padda.

Bueno, lo de inmortal es relativo. Tal como vemos en este arranque de colección escrito por Robert Venditti, Gilad muere, y mucho. Pero es capaz de revivir una y otra vez para continuar la lucha donde la ha dejado. Y esta es la ambiciosa historia que nos presenta el guionista, qué es lo que sucede en ese espacio entre la muerte y la resurreción del guerrero eterno, cómo logra volver a la vida en cada ocasión.

En este sentido, el presente tomo complementaría muy bien la lectura de la edición de lujo publicada por Medusa hace unos meses y que recogía las historias de Gilad previas a esta renumeración que disfrutamos ahora. Ojo, complementa, que no continúa. La etapa de Robert Venditti que comienza aquí es un punto de arranque con todas las de la ley. Existe un contexto y una historia previas, pero su conocimiento no es necesario para adentrarse en la historia -tal como señalamos en la reseña de aquella edición de lujo.

Sin entrar en mucho detalle para no fastidiar la sorpresa a nadie, este primer libro nos propone enormes dosis de acción, a un Gilad envalentonado, que no se contiene a la hora de atacar a sus enemigos. Pero también ofrece un interesante acercamiento al personaje desde su lado más íntimo, el de la familia. Vendetti equilibra ambos aspectos, el guerrero y el familiar, para dar cuenta de un hombre que a pesar de contar con más de 6000 años, sigue luchando con sus propias contradicciones, como cualquiera de nosotros.

En este arranque de colección contamos además con el estupendo trabajo de Raúl Allen y Patricia Martín en el arte, de quienes ya disfrutamos, por ejemplo, en la miniserie Secret Weapons. Esa exploración del personaje desde los dos aspectos expuestos permite además que los dibujantes puedan demostrar su gran versatilidad, adecuándose al tono exigido por la historia en cada momento.

Por echar algo en falta en este primer tomo, sería la inclusión de material extra, como sucedía por ejemplo en la reedición en rústica de X-O Manowar, que traía una entrevista con Matt Kindt (el guionista), las cubierta originales y un montón de diseños, bocetos y reproducciones del arte original. Aquí sin embargo nos quedamos solo con una galería de cubiertas.