«Todos están muriendo… pero hay que aguantar«

Brutal, salvaje y descorazonador vigésimo primer tomo de Guardianes de la Noche. El manga de Koyoharu Gotouge que publica en España Norma Editorial entra en su capítulo más oscuro con el final de la batalla contra la Primera Luna Superior y la entrada en escena, por fin, de Muzan. Las trágicas consecuencias de la batalla contra el principal subordinado del jefe de los demonios ya las vimos en mayor o menosr medida al final del tomo anterior, pero en este volumen nos toca lidiar con ellas, cuando se corra la voz y, de alguna forma, lo que sólo habíamos visto como una imagen, se convierta en realidad cuando nuestros protagonistas se vean obligados a afrontarlo. Pero si el horror de las muertes que el demonio espadachín ha causado nos parece mucho, difícil va a ser digerir lo que nos espera en el tomo que tenemos hoy entre las manos.

Muzan se despierta. Lo hace con hambre y su festín inicial nos va dando una idea de lo que nos espera en este número del manga y de la magnitud de los poderes de este centenario demonio/vampiro. Muzan está más allá de toda lógica, es casi como una fuerza de la naturaleza (él mismo casi se define así) y despacha a los más débiles con tanta facilidad como mantiene a raya hasta a cuatro Pilares del Cuerpo Matademonios. Los capítulos que leemos en este volumen son más una exhibición de su fuerza que la muestra de un ataque coordinado por parte de los matademonios hacia su principal antagonista.

«Tenemos que encontrar la manera de alargar la lucha hasta el amanecer…«

De hecho, se nos deja bien claro que los protagonistas van a tener dos objetivos: uno es el de sacar a Muzan al exterior, donde tarde o temprano tiene que amanecer (recordemos que la luz del sol es su único punto débil, siendo Muzan inmune a la decapitación o a los efectos tóxicos de la glicina). Y otro, derivado del primero va a ser retener a este demonio hasta que llegue la primera luz del día y sea el propio Sol el que derrote al rey de los demonios. En ningún caso se plantea la batalla como si los humanos tuvieran la más mínima posibilidad de derrotar a un ser que ha trascendido más allá de las reglas de la cordura para convertirse en el mayor y más peligroso monstruo de este manga.

Guardianes de la Noche #21

Y esto es lo que leemos en Guardianes de la Noche #21: una lucha encarnizada y desesperada por mantener a raya a un monstruo de poder inimaginable. Se van sucediendo las bajas y vamos perdiendo la esperanza a lo largo de sus páginas. Gotouge ha sabido plasmar con certeza no sólo la diferencia de nivel entre Muzan y sus Lunas Superiores, sino también la velocidad endiablada de la batalla que se ha desencadenado. Nos quedan dos volúmenes de la colección y ambos prometen ser, como mínimo, apasionantes.