«Se ha quemado bajo el sol y no han quedado ni siquiera los huesos«
Vuelve a nuestras estanterías Guardianes de la Noche y vuelve con él la pasión y la intensidad de uno de los shonen más atractivos de la actualidad. Recién terminado en Japón, en este tomo se produce un suceso que a las claras inclina la historia hacia su resolución y que vuelve a demostrar una vez más hasta qué punto Koyoharu Gotouge no está dispuesta a casarse con el ritmo y los ciclos de los mangas más exitosos de Shueisha. Aún disponiendo de una galería muy apetitosa tanto de villanos como de pilares, la mangaka coge carrerilla en este tomo para lanzar a Tanjirô y a sus amigos y aliados en pos de una gran batalla final que augura altas dosis de acción y tragedia… aderezadas por el peculiar sentido del humor que destila este cómic japonés.
Pero mejor vayamos por orden: En este tomo ponemos fin al enfrentamiento entre los matademonios y la Cuarta Luna Superior con esa mezcla de superación personal tan shonen que desprende Guardianes de la Noche y el trabajo en equipo y la interdependencia entre los personajes que son la marca de la casa de Gotouge y que hacen de esta historia algo tan especial. Como no podía ser de otra forma, Tanjirô logra al final de este combate una serie de aprendizajes que le van a ser muy útiles de cara a lo que está a la vuelta de la esquina en la trama. Pero como tampoco podía ser de otra forma, nuestro protagonista acaba tan hecho polvo del combate que no nos queda otra que verlo otra vez en cama tratando de recuperarse de todos los huesos que se ha vuelto a romper y toda la sangre con la que ha pintado el ahora destruido poblado de los forjadores de katanas.
«Aunque la espada era de madera, un golpe mal dado podía acarrear nefastas consecuencias«
Esto da paso a una saga ‘de entrenamiento’ que hacía mucha falta no sólo por proporcionar a los personajes un necesario ‘power up‘, sino para que los lectores podamos disfrutar de un alivio cómico relativamente largo (dada la intensidad con la que discurre este manga) y para que Gotouge se permita comenzar a mover fichas en la sombra tanto del lado de los demonios como del de quienes les persiguen. Esto hace de Guardianes de la Noche #15 un tomo con bastante comedia, pero con mucha más información entre chiste y chiste y con algunos misterios resueltos y otros que no hacen sino seguir atormentándonos engordando en los márgenes de una historia de la que ya no es posible despegarse hasta que termine allá por el tomo veintitrés.
El manga de Norma Editorial da un nuevo golpe de timón en este tomo con vistas a encarar una serie de aventuras que lo lleven hacia su conclusión. La historia que leo tomo a tomo en Guardianes de la Noche está escrita con tanta inteligencia y cariño que mucho tendría que embarrarse la trama para que me decepcionara lo más mínimo cualquiera de los ocho álbumes que le quedan a la colección. Con esto en mente es muy comprensible aquella noticia de que el manga de Koyoharu Gotouge se vendiera tan bien en su país de origen que las tiendas tuvieran que limitar el número de ejemplares por comprador: cualquiera querría estar en la vanguardia de quienes lean qué es lo próximo que va a suceder en una trama como ésta.
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