Este agosto va a ser un mes en el que rodarán cabezas, muchas cabezas. Y la culpa de ello la tiene Jason Momoa, que desembarca en las salas (a partir del día 19) convertido en Conan el Bárbaro. El actor, conocido sobre todo entre el público televisivo por sus participaciones en Stargate Atlantis y Juego de Tronos, debuta en un papel protagonista que –dejémoslo claro desde el principio– no se parece en nada al creado por John Milius y Oliver Stone en 1982.
Teniendo en cuenta que el Conan de Milius era una adaptación muy libre del personaje y la historia creadas por Robert Ervin Howard, la primera pregunta que se le viene a uno a la cabeza es ¿en qué se basa este nuevo Conan?
Sobre esto se ha hablado mucho, que si bebe de los relatos originarios, de los cómics de Dark Horse (editados a partir de 2003), los de Marvel (hasta 2003)… e incluso de alguno de los juegos de rol que han ido apareciendo con los años. Pues bien, la respuesta está en la obra de Howard y en las imágenes de Dark Horse, tal y como confiesa Jason: «Queríamos empezar con una película de orígenes, no centrarnos en solo un relato porque si no nadie conocería de que se trataba, así que cogimos varios de los relatos de Robert Ervin Howard. Y lo que es el look, el aspecto visual, ha venido del cómic«.
¿Comparaciones con Swcharzenegger?
Es inevitable –y redundante– preguntar sobre Swcharzenegger porque, aunque partan de puntos de vista diferentes, la figura del ex-gobernador está muy presente en el imaginario colectivo. Por ello Jason quiere ser claro desde el principio: «No he visto las películas de Conan de Swcharzenegger«.
«Me encantaban los cómics y las ilustraciones de Frank Frazetta fueron mi primera presentación al personaje de Conan«, añade el actor.
Sí, esto es algo que puede sorprender, pero el actor enseguida nos da una explicación al respecto y se retrotrae a la infancia con su madre donde «veíamos a Hitchcock y Lo que el viento se llevó. No había nada de violencia de cortar cabezas ni orgías en nuestra casa. Entonces cuando me hice mayor no era muy fan de este tipo de cine«.
Y evita comparaciones de cualquier clase, dando uno ejemplo que no tiene discusión: «Schwarzenegger sigue siendo un Conan icónico y yo seré un Conan nuevo. Es como James Bond. Sean Connery es Bond, pero Daniel Craig es un Bond fantástico«. El Caballero Oscuro es otro de esas referencias que apoyan su argumento: «Michael Keaton es Batman; y Val Kilmer, y George Clooney, y Christian Bale. Hay todo tipo de Batman«.
Conan es una auténtica «rock-star»
«Spider-Man besa a una chica al revés ¿y qué? Conan sí que se lo pasa bien. Conan es la rock-star de los héroes«. Jason Momoa deja así muy claro que no desea «ser un superhéroe«.
«Conan es el antihéroe, no intenta salvar el mundo. Cuando las cosas se ponen mal quieres que é te esté defendiendo. Si quiere apoderarse del reino, puede; si lo quiere hacer para otro, también puede. Es un hombre hecho a sí mismo, es un pirata, ladrón, amante, asesino… y también bebe y le gustan las mujeres«.
«Cada personaje enriquece la calidad de tu trabajo»
El actor oriundo de Hawaii reconoce estar muy agradecido a Conan porque «me ha aportado una carrera, por fin estoy haciendo cine«, lo que da pie a que hablemos sobre su trabajo como intérprete. «Cada personaje que interpretas te hace mejor actor, enriquece la calidad de tu trabajo«, afirma.
«Como actor jamás he hecho un papel que haya sido interpretado antes por otro actor. Lo mejor que yo puedo hacer a la hora de crear mi interpretación es empaparme de toda la información y dejar que esta fluya a través de lo que yo puedo ofrecer. No quiero dejarme influir por un actor. Quiero que quien me influya sea el artista, el guionista, el escritor«.
Para Jason es de mucha ayuda observar a los animales. Así, para Conan «estudié mucho a los grandes felinos, su mirada y la manera de andar, de ir tras la presa, de cazar… Cuando preparaba a Drogo (Juego de Tronos) miraba con atención a los espalda plateadas (gorilas adultos), lo estoicos que son estos primates. Ambos son papeles primitivos pero me gusta incorporar esas cualidades animales a mi trabajo«.
Y así, como si nada, nos regala una pista sobre su nueva película: «Mi próximo trabajo (Bullet to the Head) es muy serpentino, muy calculador, tiene movimientos muy sinuosos. Soy un asesino muy metódico que se mueve como una serpiente«.
Estando Jason Momoa en Madrid y presentando una película como Conan el Bárbaro, los fans de Juego de Tronos se nos echarían encima si no preguntamos al respecto. Pero, al igual que con el Conan de 1982, éste nuevo personaje y Drogo tienen poco en común: «Uno es un rey y el otro es un guerrero. Conan es un guerrero solitario y vaya donde vaya le siguen los problemas, viaja rodeado de tristeza, de pérdida«.
Admite asimismo que «es más difícil interpretar a Drogo porque no hay mucho diálogo y hay que decirlo todo a través de los ojos, de la mirada«.
¡Cuidado con los caballos!
Un rodaje da para muchas anécdotas y más cuando hay animales de por medio: «Casi me mato dos veces por un caballo. Una vez casi me aplasta. No quiero que ningún caballo me mate, no quiero morir así. Me encantan las motos porque se pueden controlar. A un caballo le dices ¡so! Y sigue«.
Queda claro que lo de ser jinete no va con Jason Momoa: «Los caballos son animales preciosos pero jamás he encontrado ninguno con el que pueda hacer un buen trabajo. Es difícil porque están en el rodaje todo el día, nadie les trata con respeto, se ponen nerviosos, están esperando horas y horas«.
Mucho más que un actor
Aunque lo hayamos dejado para el final porque el motivo de la charla era Conan, quizás lo más interesante respecto a la figura de Jason Momoa se esconda en este último apartado. Y es que ha realizado un par de intimistas incursiones en el mundo del cortometraje con Notes from the Wall con Ridin’ the Blinds in B Minor. En este último en el que relataba la historia de un vagabundo en busca de un hogar.
Una faceta, la de director y guionista, a la que cada vez le da más importancia: «Estoy escribiendo, dirigiendo, intentando hacer cortometrajes para crecer como artista. Quizás la interpretación no me es suficiente. Yo quiero estar involucrado en todo el proceso de contar historias«.
Por ello no es de extrañar que ya esté pensando en rodar un largo: «He escrito una película que se llama Camino a Paloma (Road to Paloma) y hay un tráiler que hice para acompañar al guión«. Libreto que «escribí mientras estaba haciendo Juego de Tronos y Conan«.
«Tengo trabajo hasta finales de año y a principios de 2012 es cuando voy a empezar a rodar Road to Paloma«. Todo ello encaminado a un fin que tiene absolutamente claro: «Mi objetivo final es ser director«.
Fotos: PIPO FERNÁNDEZ
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