X-Men: Regénesis

Regénesis: Dos maneras de sobrevivir

Panini puso a la venta en junio dos nuevos números uno dentro de un nuevo arco argumental que se conoce como Regénesis: La Imposible Patrulla X y Lobezno y la Patrulla X. Dos equipos de mutantes, uno en cada costa de los Estados Unidos y bajo dos filosofías completamente opuestas. Pero, ¿cómo hemos llegado a esto?

 

A finales de 2005 Brian Michael Bendis (actualmente el más exitoso guionista de Marvel) ideó una saga que se conocería como Dinastía de M. En ella, la Bruja Escarlata, hija de Magneto, alteró la realidad para convertir a los mutantes (el homo superior) en la raza dominante. La experiencia resultó un desastre y al final, en un ataque de locura de los que caracterizan a este personaje, pronunció las fatídicas palabras «No más mutantes» que, unidas a sus poderes, anularon el gen-X en la mayor parte de los mutantes del planeta. Dejando en activo a tan sólo unos 200 homo superior.

 

Bruja Escarlata - Dinastía de M

 

Los diezmados «supervivientes» decidieron reunirse en una isla en la bahía de San Francisco, bautizada como Utopía, y rogaron a la ONU que se cesara definitivamente la construcción de Centinelas (esos robots gigantes con poco aprecio por los mutantes) dado que ahora la raza mutante era una especie en vías de extinción (junto a la anulación del gen X, la Bruja Escarlata impidió que los hijos de los mutantes fueran mutantes a su vez). Pero la paz no le interesaba para nada a Kade Kilgore, un chaval ambicioso cuyo padre frecuentaba una organización que siempre le ha hecho la vida imposible a la Patrulla X y que ya pudimos ver en el filme del año pasado: El Club del Fuego Infernal.

 

Así Kilgore se infiltró entre los mutantes para sembrar la discordia y convencer al Chico Omega (un adolescente con notables poderes psíquicos) para que hiciera acto de presencia en la conferencia de las Naciones Unidas en la que Cíclope y Lobezno estaban exponiendo su situación. El resultado se tradujo en una ofensiva mundial contra los mutantes en la que se activaron de golpe todos los Centinelas durmientes a lo largo y ancho del globo.

 

Ante esta situación a la pareja de líderes de la comunidad mutante no les quedó más remedio que enviar a equipos a distintos puntos del planeta para luchar contra los robots (que en muchos casos habían comenzado a atacar a humanos indiscriminadamente) mientras ellos seguían tratando de hacer política con la inauguración de un museo de historia mutante. Pero Kilgore también había previsto este movimiento y colocó una bomba en dicho museo que, en lugar de hacer explosión, se transformó en un super-Centinela dirigido a Utopía y con la intención de matar a todos sus habitantes.

 

Kade Kilgore - Cisma

 

¿Y quién quedaba en la isla con el grueso de la patrulla repartido por todo el globo? Nada más que un puñado de adolescentes a los que Cíclope trató de usar para frenar al monstruoso robot mientras que Lobezno se opuso de forma radical a la idea. Tan radical que los dos mutantes se enzarzaron en una pelea a muerte en la playa mientras el Centinela avanzaba hacia ellos. Finalmente, separados a la fuerza por el propio androide, unieron sus fuerzas a las de la mutante Hope y el resto de los adolescentes para acabar con la amenaza.

 

Y aquí es donde entra en escena Panini con el one-shot de La Imposible Patrulla-X Regénesis. Ambientado poco después de los acontecimientos anteriormente relatados y conocidos como Cisma, el cómic nos cuenta cómo se han ido enfriando los ánimos tras la batalla y relata la división del mundo mutante en dos bandos claramente diferenciados. Por un lado estarán a partir de ahora Lobezno y quienes quieran seguirle en su tarea de retomar el sueño de Charles Xavier de gestionar un instituto donde enseñar a los homo superior a vivir en paz en Westchester (Nueva York). Al otro lado estarán Cíclope y todos aquellos que ya no creen en la posibilidad de una convivencia pacífica entre humanos y mutantes y que se quedarán en Utopía tratando de proteger a los de su propia especie a la vez que intentan hacerse un hueco en un mundo que no los acepta.

 

Kieron Gillen es el responsable del guión mientras que el dibujo ha corrido a cargo de Billy Tan (ambos fuertemente unidos a las sagas mutantes). El cómic, que podría pasar por un simple reclutamiento, se narra a modo de metáfora como una pelea de dos bárbaros alrededor de una hoguera en lo que sólo se puede calificar como una idea brillante por parte de Gillen. En lugar de 40 páginas de un diálogo similar al que se organizaba en nuestros recreos cuando formábamos los equipos para jugar al fútbol tenemos una auténtica batalla por ver quién se quedará con los «mejores aliados».

 

Regénesis - La Imposible Patrulla-X

 

Por quién opta cada mutante es algo que deberéis descubrir cuando leáis el cómic. Aquí sólo os diré que mientras que algunas decisiones son obvias (todos sabemos qué responderían mutis como Magneto o La Bestia) otras resultan un tanto sorprendentes, si bien están plenamente justificadas. En el tomo también podemos encontrar una portada alternativa y una reflexión final que firma Julián M. Clemente.

 

Así pues, tenemos dos series principales (y otras seis secundarias) que nacen de este cisma con dos localizaciones y dos filosofías bien distintas. ¿Por cuál decantarse? Veamos qué es lo que nos ofrece cada una:

 

En un lado de la balanza tenemos a La Imposible Patrulla X, afincada en Utopía y capitaneada por Scott SummersCíclope no ha perdido el tiempo y ha organizado a la plana mayor de los mutantes que se han quedado en la isla al más puro estilo militar. Desde los reclutas (entre las que están las hermanas Cuco, las hijas-clones de Emma Frost) y hasta los que más guerra van a dar: El Equipo Extinción que conforman los más poderosos habitantes de la isla.

 

La Imposible Patrulla-X 1

Lo más interesante de este cómic, más allá de las confrontaciones que vayan a tener, es la idea que mueve a Cíclope. Summers aparta cualquier idea pacifista de su mente en pos de la supervivencia y la comparación que nos presenta Gillen del ideal que persiguen en Utopía es poco menos que inquietante. La frase que mejor lo define la vemos en las primeras páginas de este número 1: «Irak no tenía armas de destrucción masiva […] cada vez que este equipo [haciendo referencia a Extinción] entre en acción, le recordaremos al mundo que nosotros sí«.

 

La idea de Gillen es rompedora, a la par que cercana a la antigua filosofía de Magneto. El guionista de Marvel utiliza la antigua idea de «Si no pueden amarnos, que nos teman» para construir una ciudad-estado en plena bahía de San Francisco que nunca va a ser dejada de percibir como una amenaza y que, por ello, se va a convertir en un imán de agresiones al mundo mutante. Esta manera de actuar va a traer consecuencias a medio plazo y seguramente terminará afectando a los residentes de Westchester, por más que miles de kilómetros se interpongan.

 

Pero aún es pronto para preocuparse por el futuro. Los habitantes de Utopía tienen una amenaza más inmediata que atajar. Y es que el Celestial Soñador, presente en el universo Marvel desde que Neil Gaiman se unió a John Romita Jr. para traernos a Los Eternos, ha sido despertado por uno de los villanos recurrentes y más peligrosos de los mutantes: Mr. Siniestro. El inmortal científico de grandes poderes psíquicos pretende utilizar la energía del ente universal para crear una suerte de sociedad perfecta de la que sólo él será habitante. Una sociedad libre de débiles humanos y en la que los mutantes tampoco tienen cabida. Poco va a tardar Cíclope en ver como sus ideas, llevadas al límite, se transforman en locura genocida.

 

Con todo, La Imposible Patrulla-X es lo más cercano al cómic de X-Men al que estábamos acostumbrados. Inadaptados superpoderosos, peleas contra otros mutantes enloquecidos, luchas de control mental… Todo ello aderezado con el trabajo en equipo que ha ideado Gillen y que dibuja de manera sensacional el gran Carlos Pacheco.

 

Este primer número (equivalente a los números 1 y 2 de la edición norteamericana) nos trae, además, un Manifiesto Mutante del puño y letra de Scott Summers que resume en pocas líneas toda la filosofía de los habitantes de Utopía. También cuenta la edición de Panini con un práctico organigrama de los estamentos que nos encontraremos en la isla (y que nos dan una idea de las formaciones que seguirán las colecciones de New Mutants, X-Men y Generación Hope), dos portadas alternativas (una la podéis ver más arriba) y una reflexión final de Julián M. Clemente muy interesante.

 

Lobezno y la Patrulla-X 1

En el otro lado de la balanza (y del continente) tenemos a Lobezno en un papel que no le pega nada y en el que no está del todo a gusto, pero que nadie más que él ha tenido el valor de aceptar: el de director del nuevo y reconstruido Instituto Jean Grey de Enseñanza Superior.

 

Con guión de Jason Aaron (conocido por su aclamado Scalped de DC) esta franquicia tiene la virtud de mantener vivo el espíritu de la Patrulla-X original (aquella que conocimos allá por los 60) a la par que se desmarca del resto de publicaciones con un estilo único y, para qué negarlo, divertidísimo.

 

Con la excusa de una visita de los inspectores estatales, Aaron nos hace un tour por las instalaciones del instituto derrochando humor en cada estancia y logrando que la llegada del villano de turno se nos antoje de chiste… hasta que descubrimos quién es y qué puede llegar a hacer (habréis de leerlo para saber a quién me refiero) Este aire desenfadado hace que la lectura se nos antoje tan o más amena que la de La Imposible Patrulla-X, pese a la casi total ausencia de acción en este primer número (equivalente también al primer número estadounidense).

 

El encargado del dibujo de este primer tomo es Chris Bachalo, el cual es muy conocido por su peculiar estilo de dibujo, cercano a los dibujos animados. Si bien a primera vista puede parecer que nuestros superhéroes pierden espectacularidad con este aspecto, la verdad es que el arte de Bachalo le sienta muy bien al tono cómico de los guiones de Aaron. Más adelante, en esta misma colección, se alternará con Bachalo Nick Bradshaw, otro artista con un estilo similar, si bien más cercano al manga japonés.

 

Lobezno y la Patrulla-X 1

 

Panini nos trae el primer número de Lobezno y la Patrulla-X acompañado de sus correspondientes portadas alternativas, otro organigrama para que sepamos qué mutante es profesor y qué mutante es alumno en esta nueva etapa, un simpático listado de clases a las que ya nos habría gustado a nosotros acudir cuando íbamos al colegio y la consabida reflexión final de Julián M. Clemente, que nos abre los ojos a cosas que quizás se nos habrían pasado.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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