Con el final de Invasión Secreta el status quo del universo Marvel se ha desquebrajado por completo. La victoria sobre los skrulls se ha llevado por delante no solo la vida de La Avispa, sino la de SHIELD y la de sus máximos responsables Tony Stark y María Hill que, desprestigiados a ojos de la opinión pública por su nula capacidad para detectar y frenar esta invasión silenciosa que estuvo a punto de acabar con el mundo, han pasado a un segundo plano en favor del «salvador» Norman Osborn. Sí, el mismísimo Duende Verde original ha sabido jugar bien sus cartas para situarse en una posición privilegiada en esta nueva partida que da comienzo en el cosmos marvelita.
Osborn ha tomado el control de SHIELD y de Los Vengadores, reconstruyéndolos a su imagen y semejanza. La primera ha sido rebautizada como HAMMER y para los segundos… bueno, digamos que al no poder contar con los Iron Man, Ms. Marvel, Spider-Man y compañía, se ha buscado sus propios sustitutos entre renegados y villanos. Este nuevo equipo está formado por Daken en el papel de Lobezno, Piedra Lunar tomando el manto de Ms. Marvel, Marvel Boy como el Capitán Marvel, Veneno (Mac Gargan, antes conocido como Escorpión) como Spider-Man, Bullseye suplantando a Ojo de Halcón y el propio Osborn como Iron Patriot, con Ares y El Vigía cerrando el grupo.
Una formación tan poderosa como peligrosa que pretende suplantar a los héroes más poderosos de La Tierra, para lo que no dudará en usar métodos reprobables. Matar es una opción para lograr resultados expeditivos y así se lo remarca Osborn en varias ocasiones al disfuncional grupo. Aunque, ¡ojo!, no estamos ante el típico cómic de superhéroes. Este primer tomo (compuesto por los números 1-6 de la edición original) se centran más en las relaciones que se forman entre los protagonistas, sus tensiones y rencillas, y cómo se van adhiriendo al grupo. Por supuesto también hay un «villano» en la función, y este lo proporcionan las fechorías del Dr. Muerte. Así, Morgana le Fay será quien se interponga en el camino del recién creado equipo de «héroes».
Con una narración que intercala el tiempo presente con hechos acaecidos horas o días atrás (al tiempo que somos testigos de los primeros pasos de este supregrupo conocemos como se ha ido configurando), Norman Osborn se alza como el personaje conductor de la historia. Y aquí Michael Brian Bendis se mete en el bolsillo al lector, al lograr no solo que empaticemos con el personaje, sino que hace que nos creamos su implacable discurso porque, ¡menuda labia! ¿Quién se habría imaginado al Duende Verde abrazando y aprovechando una segunda oportunidad? Obviamente Osborn tiene una agenda oculta de la que pronto sabremos más, ya que este tomo continuará directamente en La Patrulla-X Vs. Vengadores Oscuros: Utopía, que Panini editará en los próximos meses.
No podemos olvidar hacer una mención al trabajo del dibujante Mike Deodato. Su tono realista y el uso que hace de las sombras, remarcándolas mucho casan perfectamente con la crudeza que quiere transmitir la colección. A los Vengadores Oscuros no les valen las medias tintas.
El tomo se complementa con una introducción (firmada por Raimon Fonseca) y una entrevista final con Deodato firmada por Celes J. López. Además, como es habitual en la línea Deluxe, podemos disfrutar de las portadas originales y un par de versiones alternativas para cada número.
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