Nick Spencer sigue haciendo de las suyas en El Asombroso Spiderman y nosotros seguimos picando como el primer día; y con su final de etapa a la vuelta de la esquina (Julián Clemente hace cuentas en el spot on que cierra el número), parece muy poco probable no ya que que remonte, sino que cierre buena parte de los frentes que tiene abiertos desde hace ya… El Asombroso Spiderman #40 (publicado por Panini Cómics) cierra el arco La conspiración del camaleón, pero no da ninguna de las respuestas prometidas.

«Ahora mismo no me quedan chistes«

La principal promesa era la concerniente a Teresa Parker, pero aquí el guionista decide dar marcha atrás y, tras sembrar un buen puñado de dudas respecto a su identidad, decide congelar el asunto antes de internarse en un laberinto del que le sería imposible salir. Es más, salgo que alguien lo suficientemente valiente se atreva a tocar el tema, este va a pasarse mucho tiempo en el olvido. Sobre quién si indaga y expande su historia es sobre el Camaleón. Tiene su interés, pero también es cierto que uno de los atractivos del personaje siempre ha sido ese cierto halo de misterio en torno a él, aunque esto último es más cuestión de gustos.

El desarrollo de este capítulo final de La conspiración del camaleón queda, pues, ensombrecido por no llevar a ningún lugar en concreto. El guionista no ha sabido cogerle el pulso al personaje. Ha habido intentos, pero siempre ha acabado tropezando y esta saga es el ejemplo perfecto. Cuestiones como la del clarividente se cierran con un pisotón, la incógnita sobre Ned Leeds queda ahí (¿la damos por cerrada o no? Todo puede ser), Marta Plateada aparece al final para recordarnos que sigue por aquí, igual que Pariente… Este arco es el ejemplo perfecto de la inconsistencia de la etapa de Nick Spencer pero, como siempre, las dos o tres semillitas que deja, nos animan a darle una oportunidad más.