«Y ahí probablemente fuera cuando me enamoré de tu padre«

La madre que trajo a Brian Michael Bendis. Con perdón. El guionista se está quedando a gusto con su serie y con la editorial ahora que cambia la armadura de Iron Man por los calzoncillos rojos de un granjero de Smallville. En lugar de cerrar la puerta con cuidado al salir, ha decidido ir sembrando de bombas y minas antipersona todo su camino de salida, de manera que a la Casa de las Ideas y a Dan Slott (no se puede decir que no le vayan los retos a este señor) le quedan dos opciones: o derribar lo que está construyendo Bendis a cañonazos, dañando seriamente la sacrosanta continuidad marvelita; o comulgar con cada uno de los bombazos que ha ido soltando el de Cleveland a lo largo de los últimos números de su colección.

Ya en las anteriores entregas nos encontramos con un nuevo grupo bajo el paraguas de la S.H.I.E.L.D. que se avecina en el que Riri parece que va a encontrar su sitio (a no ser que la prejubilen a sus quince años). Más aún, sabemos que Muerte espera un nuevo retoño (o retoña) y hemos visto como sus días como héroe metalizado pueden estar cerca de su final. Ahora nos encontramos con una grapa que ahonda en esta última revelación, pero que además se lanza a por una trama empresarial que no da tiempo a contar en el único número que le queda a la serie, nos devuelve (de una os&%a en toda la cara) a Tony Stark al mundo de los vivos, devuelve al presente a un personaje del pasado que va a contar con especial propio en la editorial y nos presenta a un nuevo/viejo actor a la loca obra de la vida del pobre de Tony.

«Tu padre biológico es Thor«

De todas estas novedades quizás las dos últimas sean las más ‘fáciles’ de obviar, la primera porque es básicamente la introducción a un especial ya confirmado y la segunda porque, aunque puede crecer y hacerse gigante en el último número, también puede resolverse en el mismo, e incluso se podría dar el caso de que Slott la deje salir por la puerta de atrás. Más difícil encaje tiene el futuro de Riri. Alejarla definitivamente de Tony puede significar su superviviencia durante una temporada en una serie aún por concretar, pero su pérdida de valor específico en la Marvel post-Comicgate es dolorosa y mucho me temo que al personaje le ocurra lo que al Arno de Kieron Gillen. Sí, ese que Bendis ha rescatado en la antepenúltima entrega sólo para complicar aún más el asunto.

Invencible Iron Man #93

¿Y qué decir de las noticias sobre la estirpe del antiguo gobernante de Latveria? Aquí ya pinchamos hueso. Porque por mucho que se pueda vender que Amara no quiere tener que ver con héroes y villanos y que decide criar a la criatura en soledad y soltería, si algo nos ha enseñado Marvel a lo largo de los años es que este tipo de cosas te persiguen. El nuevo Muertecito será un héroe o un villano para el mañana, pero hoy ya es un oscuro objeto de deseo para los muchísimos enemigos de Victor a lo largo y ancho del globo. Más aún cuando vuelva, inevitablemente, a asumir el manto del villano clásico de los (convenientemente a punto de regresar) Cuatro Fantásticos.

Sólo queda una entrega y ésta será en el número #600 norteamericano. En ella veremos un especial (¿de más páginas puede ser?) en el que Bendis tratará de dar carpetazo a una década prodigiosa decidiendo el destino de la Casa de las Ideas con cada título en el que recalaba. Lo que viene a continuación es terreno inexplorado.