Eternos #8

Eternos #8: Divergencia teológica

Eternos #8«¿Por qué están nuestros dioses tan enojados con nosotras?«

 

Interesante número el que leemos como octava entrega de la colección de los Eternos que publica Panini en nuestro país. Eternals: Celestia (como se ha nombrado en Estados Unidos) es el segundo one-shot que Kieron Gillen ha utilizado como paréntesis dentro de la colección principal mientras prepara su segundo y definitivo arco argumental, uno que terminará con Eternos combatiendo contra Vengadores y mutantes por razones que comenzaos a vislumbrar en el cómic que nos atañe hoy, pero que hunden sus raíces en todo lo que hemos venido leyendo en esta colección desde su comienzo allá por mayo del año pasado.

 

Gillen nos lleva de la mano a Celestia, cuna de la espiritualidad de los Eternos en la Tierra y lugar diseñado para albergar a un Celestial en caso de que decidiese visitar el tercer planeta del Sistema Solar. Allí nos encontramos con una Ajak que se inspira de manera profunda en la que personifica Salma Hayek en la versión cinematográfica de estos personajes y que reflexiona sobre el abandono que han sufrido sus congéneres por parte de los Celestiales. Lo que en la primera parte de la colección se centró en un debate acerca del futuro de esta raza de inmortales y su función a desempeñar ahora que ya no están a las órdenes de los seres divinos a los que han servido por milenios, en este cómic, sin embargo, se convierte en una discusión teológica acerca de los motivos de tal espantada por parte de los Celestiales. ‘¿Por qué -se pregunta Ajak- nos han abandonado? ¿Qué es lo que les hizo enojar?

 

«Supongo que son unos tíos majos, para ser dioses de 600 metros de altura«

 

No es una dupla de preguntas nueva. Ni en la ficción ni en el mundo real. Y esconde, a mi parecer, algo muy tóxico y peligroso debajo. Suponed, creáis o no en alguna clase de divinidad, que existe Dios y que éste es un ser omnipotenete y omnisciente. ¿No os parece un tanto pretencioso pensar que alguna de nuestras acciones baste como para hacerle enfadar? ¿Y no es una reacción quizás demasiado humana el negarnos la palabra? Quizás la respuesta que da Makkari, la de que poco le importamos a nuestro Creador, no sea la correcta. Pero sin duda alguna, la posición de Ajak tampoco es la más realista. Sobre todo porque lleva implícita una arrogancia que es la base de muchas guerras religiosas: la del que se cree más digno de la gracia de Dios que el resto de sus congéneres.

 

Eternos #8

Eternos #8

 

Sólo los Eternos son dignos de comunicarse con los Celestiales ergo si éstos se comunican con los humanos es porque los Eternos han hecho algo para enojarlos. La sola idea de que los humanos también sean dignos no entra en la cabeza de Ajak y este es su gran error y su enorme pecado. Se empeña en buscar un motivo por el que los Celestiales se hayan sentido agraviados y lo encuentra, según su razonamiento, en la mera existencia de los Vengadores, sin darse cuenta de que su arrogancia esconde una idea siniestra de posesión sobre sus supuestos dioses que la convierte, de hecho, en la más indigna para comunicarse con ellos.

 

Si tenéis dos dedos de frente habréis visto los paralelismos con el mundo contemporáneo.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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