Panini Cómics concluye la publicación de Spiderman: Gamerverse. Tras este noveno capítulo la norteamericana Marvel Comics ha decidido dar un descanso a esta versión del trepamuros que tantas alegrías nos ha dado en el mundo de los videojuegos.

«No va a funcionar, pero es muy mono«

Es cierto que la aventura arrancó con algunas dudas, pero superado el peaje de resumir decenas de horas de videojuego en unas pocas grapas (tres en la edición española), Dennis Hopeless consiguió encontrar el equilibrio entre las exigencias de la adaptación y la exploración de un universo con muchísimo potencial. Ahí estaba el arco Velocity (que imaginaba un posible origen para el traje especial que vimos en PlayStation) o este que ahora termina, La gata negra ataca, que toma como base el DLC que expandía la experiencia jugable del juego original.

Este último capítulo, pues, cierra el argumento que implicaba a personajes como Gata Negra (gran coprotagonista de esta útlima aventura), Marta Plateada o un robotizado Cabeza de Martillo. La acción se resuelve con mucha premura, pero no deja la sensación de que falten cosas y la química entre Felicia y Peter sigue a la orden del día. Ese tira y afloja constante que tienen entre ellos resulta muy divertido, y la transformación en triángulo con la aparición de Mary Jane nos regala uno de los mejores momentos de la aventura.

Hopeless ha disfrutado (y nos ha hecho disfrutar) con la relación entre ambos personajes. Tanto que nos apena que todo termine tan pronto, aunque el guionista concibe un desenlace que -sin dejar flecos por cerrar- le permitirá (a él o a quien sea) retomar este escenario y narrar nuevas historias, ya sea adaptando posibles secuelas o spin-offs (ahí tenemos el debut de Miles Morales como protagonista de su propia aventura en PS4/5) o (la opción que más nos gustaría) explorando las opciones que ofrece esta realidad alternativa.