Los Vengadores #30 (#129)

Los Vengadores #30 (#129): Lo que pudo ser y lo que fue

Los Vengadores #30 (#129)

«Y soy un eco de todo el fuego y la vida que me han precedido«

 

Doble entrega este mes. Un primer capítulo para cerrar todo el tema del Fénix y otro más para juntar lo del Rey de Negro con lo que ha pasado en los últimos capítulos y lanzarlo todo al universo vampírico, en un intento loco por que todas las tramas abiertas parezcan estar ocurriendo en la misma línea temporal (que uno se pregunta: ¿dónde está el Fénix cuando ocurre todo lo de Knull?). Ya hablé del final de la trama de Llega el Fénix el mes pasado, con esta resolución que parece más una estrategia de marketing de la Casa de las Ideas de cara a sus series en Disney+ y que me haya dolido en lo más hondo (más por lo absurdo de la historia que por quien haya salido finalmente como portador del ente galáctico, así que hoy habré de centrarme en lo que queda de cómic, que tampoco es como para lanzar las campanas al vuelo, aunque, para variar, vuelve a prometernos de todo.

 

Y es que de eso va esta ya larguísima etapa. De prometer cosas. Y de cumplir muy pocas. Mefisto llegó con la promesa de un todos contra los Vengadores y se marchó con una historia con el Caballero Luna que fue una auténtica ida de olla. Namor vive en un constante quiero y no puedo con los Vengadores que no termino de comprender. Los Vengadores rusos… no tengo muy claro qué hacen o qué quieren y la Liga de la Justicia… quiero decir, el Escuadrón Supremo, aún tiene que definir su razón de ser (que también se hallaba relacionada con el demonio del principio de este párrafo). Jason Aaron se ha dedicado durante los últimos treinta números (que se dice pronto) a prometer sucesos de gran calado y, de momento, lo único que tenemos es un Fénix muy random, unos nuevos orígenes para Thor sacados de la manga y unos Vengadores Prehistóricos que no han logrado apenas contar su historia.

 

«Y te consideras afortunado si puedes levantarte la mañana siguiente…«

 

Ahora le toca el turno a Drácula y a su nación vampírica en Chernóbil. El planteamiento es, sin duda alguna, muy interesante, con los chupasangres tratando de adquirir derechos como nación en un mundo que les sabe peligrosos y propensos al genocidio. Me recuerda poderosamente a lo que está ocurriendo en la Unión Europea con ciertas naciones lanzadas a una carrera salvaje en pos del racismo, la homofobia y, en última instancia, el totalitarismo. Y me parece que es un tema que está bien que se aborde en los cómics de Marvel, pero me temo muy mucho que Aaron volverá a pasar de puntillas sobre esta trama, ocupado como está por contar mil cosas y ninguna.

 

Los Vengadores #30 (#129)

Los Vengadores #30 (#129)

 

Me apena profundamente el rumbo que ha tomado Los Vengadores. Parece como si Marvel prefiriera mantener a Aaron al frente con tal de que no se vaya a otra editorial y con tal de mantener esta colección corriendo hasta que a alguien se le ocurra algo mejor que hacer con ella. Ha cogido una inercia imparable en la que todos sabemos más o menos por dónde va a discurrir y nos importa un poco menos cada mes. El problema es que Aaron donde mejor ha funcionado siempre es en series con un marcado protagonista rudo o solitario (Lobezno, Thor, Extraño e, incluso, su serie de Scalped cumplía con esto), pero actualmente todos estos personajes están cogidos y la editorial no parece saber muy bien qué hacer con un tipo que no hace tanto se llevaba nuestro aplauso con cada nueva entrega sobre el dios del Trueno.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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