«Admito… que es… el motivo de venir a verte. Supongo que necesitaba ver una cara amiga«

Me recuerda el nuevo número del Thor de Donny Cates a una de esas reuniones de Antiguos Alumnos del colegio en las que algunos deciden vestirse con el traje de la persona que les hubiera gustado ser, pero que nunca lograron alcanzar, mientras que otros van, simplemente, por pasar un buen rato con quienes fueron sus compañeros. Hay algo enfermizo en mostrarnos ante el mundo como lo que no somos, porque cada mentira vertida obliga a nuevas y más complejas mentiras y, al final, aquel chico ‘guay’ que trata de aparentar que lo sigue siendo se convierte en un muñeco de cartón piedra al que nadie quiere conocer. Son cazadores de presa fácil: buscan un respeto que, quizás, sólo obtenga el personaje que están interpretando, pero nunca la persona real que se esconde detrás.

También se parece, como se comenta al final de este número de Panini, a una reunión de antiguos amantes. Él, triste sombra de lo que algún día fue, trata de impresionarla con unos modales exquisitos y una conversación ligeramente misteriosa que vuelva a captar su atención. Ella, que no ha dejado de crecer desde la última vez que se vieron, sólo alcanza a sentir lástima por el personaje torturado que adivina debajo de tanta sonrisa fría. Al final ninguno consigue lo que desea y sólo al transcurrir las páginas Jane se da cuenta del peligro que ha pasado al compartir su mesa con el siniestro tipo en el que se ha convertido Donald Blake.

«Tu sitio no es el depósito«

Esta segunda saga dentro de la etapa de Cates me está resultando inmensamente mejor que la primera. Claro que volveremos a ver al dios del trueno repartiendo martillazos aquí y allá y luchando (o tal vez perdonando) contra el que fuera su alter ego creado por Odín, pero por le momento tenemos a una suerte de Mr. Ripley tratando de recuperar su antigua vida al tiempo que asesina a todos aquellos que alguna vez colaboraron con Thor. Un psicópata de andares elegantes está ahora mismo protagonizando la serie del Rey de Asgard y lo cierto es que me gusta por dónde ha decidido que ésta se vaya moviendo. No todo tiene por qué ser batallas contra gigantes de hielo, grandes banquetes con hidromiel y puñales en las manos de los reyes elfos. Cates está construyendo un nuevo escenario y unas nuevas reglas para Thor y para sus aliados y la verdad es que esto suena interesante.

Thor #11 (#118)

La duda que me asalta es si el guionista seguirá con esta cabecera en cuanto haya dado el salto a la del Increíble Hulk (dentro de no demasiado) o si, como ya ha hecho con anterioridad, dejará que sea otro quien trate de construir algo con las piezas que ha dejado por el suelo. Donny parece cada vez más un tipo muy capaz de plantear escenarios interesantes… para que otros los utilicen a su antojo. Sus cortas estancias en Doctor Extraño, los Guardianes de la Galaxia y Estela Plateada contrastan con la larga de Veneno, pero ganan en un tres a uno a la hora de vender historias cortas, pero intensas, como una especie de sello de autor.