«Hoy cenarás en tu Valhalla. Me aseguraré de ello«

¡Cuidado con los números que parecen anodinos! Tan pronto como nos despistamos, Donny Cates nos la cuela por la escuadra. Y en una nueva jugarreta entre lo que sale en la portada del número de este mes de Panini y lo que leemos en el cómic (ni el mes pasado Thor se midió con el Capitán América ni éste [spoiler] se parte los morros contra su padre, como se podría entender por la portada de Olivier Coipel y Matt Wilson), el guionista nos casca un número que comienza desvelando el hilo conductor que une todas las historias que nos ha venido contando y que termina con una nueva imagen impactante y fabulosa tan del gusto del macarra detrás del Motorista Fantasma Cósmico (¿no echáis vosotros de menos a este personaje?). Todo ello aderezando un núcleo central en el que Thor desnuda su alma ante Jane Foster, buscando su ayuda y su perspicacia para entender qué es lo que le está sucediendo y cómo puede solucionarlo.

Tiene chicha el cómic. Y lo que vemos en su introducción. La tenebrosa visión de Thanos con un doble power up de agárrate y no te menees y con los Héroes Más Poderosos de la Tierra criando malvas a sus pies puede distraernos de una frase que leemos al final de esta pesadilla. ‘Debe de haber otra…‘ ¿Está tratando de razonar Thor con el Titán Loco? ¿Luchan acaso por lograr el mismo objetivo, aunque a través de métodos bien distintos? Cates ha plantado en apenas tres páginas y una frase la semilla de futuras tramas y un ancla a la que se agarra todo lo que hemos leído hasta ahora. Aquí está el Invierno Negro. Aquí la ‘traición’ de Mjolnir. Y aquí el exagerado peso que reposa sobre los hombros del protagonista de esta colección. Normal que Foster alucine y se preocupe cuando el siempre dispuesto para la acción dios del Trueno haya preferido ir a buscar su consejo y su apoyo.

«¿Qué? Es mi madre. ¿Por qué iba a tenerle miedo a…?«

Y de la escena (bastante insustancial, todo hay que decirlo) de los dos viejos amigos y amantes por las calles de Nueva York, saltamos (con un chiste que no puede sino recordarme a lo que hemos visto en Disney+ con Marvel What If…?) a un lugar indeterminado en el que se produce el encuentro que veíamos en portada, sólo que de una manera mucho más civilizada… hasta que es interrumpido por la imagen molona de la que os hablaba en el primer párrafo de este artículo. Las poses de los personajes que en ella aparecen, las armas, la frase, el gancho… Todo ello tiene la firma de un Donny Cates que comenzó su andadura en esta serie de manera un poco indecisa tras la fantástica etapa de Jason Aaron, pero que a día de hoy ha dotado a esta colección de su propia alma sin pretender competir con lo anterior ni mucho menos pasarlo por alto.

Thor #16 (#123)

Le falla, a mi parecer, a esta entrega el dibujo. Salvo esa última splash-page de puro rock’n roll, el arte de Michele Bandini no termina de pegar con lo que uno esperaría al pasar por la portada de este cómic. O quizás sea ese contraste entre lo oscuro de lo que viene ocurriendo en la mente de Thor y el brillante día neoyorkino que se plasma en estas páginas. Lo cierto es que no termina de encajarme. Con todo, el mes que viene volveremos a ver a Bandini hacer equipo con Cates en la resolución de el actual arco argumental. Después tendremos la visita momentánea (sólo para Thor #18 (#125)) de Pasqual Ferry y ya en marzo nos lanzaremos a una nueva saga que promete recoger gran parte de lo sembrado hasta ahora: Dios de los Martillos.