«Sólo he venido buscando consejo sobre cómo decorar ni próxima fiesta de autocompasión«

No termino de ver que la etapa de Donny Cates al frente de Thor comience a carburar. Me da la impresión, y puede no ser ninguna tontería, que los encargos de esta cabecera y la de Hulk le hayan cortocircuitado el cerebro al guionista que tanto nos hiciera disfrutar con Veneno. A veces es importante ver con qué retos se siente cómodo un guionista antes de tratar de exprimirlo en las grandes cabeceras de una editorial, y si no que le pregunten al anterior autor al frente de las aventuras del dios del Trueno, que nos sonroja mes a mes con una etapa de los Vengadores para olvidar. En el caso que nos ocupa hoy la cosa parecía que comenzaba a tomar forma con el enfrentamiento contra Mjolnir, su ruptura y la creación de este nuevo martillo con el alma de Odín encerrada en él, pero de repente a Cates (o a Marvel mejor dicho) le ha dado por cruzar al personaje con los de otras series y así hemos tenido Bandera de Guerra (con la enésima batalla entre Hulk y Thor) y la presente saga, en la que el asgardiano se las ve con un viejo conocido del guionista: nada menos que el bueno de Eddie Brock.

No estoy en contra de los arcos argumentales un poco más relajados tras otros que hayan metido mucha caña, pero a estos les pido que tengan algo de coherencia con lo que hemos venido leyendo. Tras Dios de los Martillos, el cruce con Hulk no tiene más sentido que el de que el mismo guionista se encarga de ambas cabeceras. Del mismo modo, lo que aquí leemos, aparte de ubicarse temporalmente incluso después de todo lo que estamos leyendo actualmente en la serie de Al Ewing (que, por cierto, le echa una mano a Cates con el guión de este capítulo) no ofrece ni justificación ni motivos para que veamos a un nuevo simbionte en acción. Y nadie necesita más simbiontes.

«Me he curado de cosas peores«

Pero es que la cosa no acaba ahí, por la crisis del papel que lleva ya más de un año dando problemas de suministro en todo el mundo, la Casa de las Ideas decide que el próximo número de la colección no saldrá el mes que viene, sino dentro de dos, y que las entregas de febrero y marzo de la cabecera también se verán afectadas. Aparte, tal y como nos adelantan desde Panini, Cates se tomará un respiro y se verá sustituido por Torunn Grønbekk, que se encarga actualmente de Jane Foster, durante un arco argumental. Ningún problema en que la autora se haga con las riendas de la serie durante un descanso de Cates, pero sí que es claro que tanto parón y cambio de manos no le van a hacer ningún bien a esta cabecera en particular.

Thor #27 (#134)

Para cerrar (y aunque da la impresión de que no me ha gustado nada este número, cuando no es del todo así), me da cierta pena la manera en que Loki está siendo ninguneado en las series marvelitas de un tiempo a esta parte. Da la impresión de que los guionistas no saben dónde ponerle ni qué debería hacer ahora que ha abandonado el puesto de dios de las Mentiras y se ha convertido en el rey de Jotunheim. Mucho me temo que, más tarde o más temprano, el destino lo volverá a colocar como el gran villano de Thor a base de restregarnos por la cara la manera en que se ha prestado a ayudar a su hermano durante estos últimos tiempos sin que aflore a los labios del un sencillo ‘muchas gracias’. Personalmente me gustaría verlo reinar, me parece que sería una serie que se prestaría al drama y a la comedia a partes iguales. Pero por el mmometno me basta con que Cates haga arrancar de una vez a esta locomotora.