«El sonido del fin. El último aliento asfixiado del universo«

Rápido, antes de que se me olvide. Echad un vistazo a la portada de Thor #4 (#111). ¿No notáis la tiara de Sif un poco ladeada? Y ya de paso, ¿no están su cráneo y su capa donde no debían estar? Tonterías y fallos de edición aparte, terminamos con la batalla entre Thor y Bill Rayos Beta y lanzamos al dios del Trueno a por su último y más atroz enemigo en un par de entregas (luego voy a por este tema) que me han dejado de nuevo algo descolocado, pero que por fin nos meten en faena y se dejan de tanta tediosa introducción a esta nueva etapa.

Lo de la pelea entre estos dos amigos tiene ahora aún menos sentido que en la entrega anterior, porque la llegada de Sif al campo de batalla simplemente hace que la contienda termine sin necesidad de explicar nada. Sin justificar tanto derramamiento de sangre ni tanta destrucción más allá de que ahora el bueno de Bill ya no tiene martillo y, además, se encuentra hospedado en Asgard de cara a que eventos futuros se encarguen de rearmarle (si procede) y vestirle de aliado si fuera preciso. Con otras palabras: los números tres y cuatro de la etapa de Donny Cates al frente de Thor son una mera excusa para mostrarnos lo fuerte que es ahora mismo y para llenar Asgard de más y más personajes y refugiados que puedan causar problemas (o resolverlos) en un futuro próximo.

Se salva un detalle, una escena breve (pero muy simbólica) con Loki de protagonista. Lo que Cates nos deja ver en estas pocas viñetas va a tener profundas repercusiones en la serie y ya tengo ganas de leer eso más de las que me produce la llegada del Invierno Negro.

«Cuatro planetas sacrificados para salvar el universo. Cuatro manchas en el alma de un rey«

Porque en Thor #5 (#112) nos encontramos frente a frente con el mal al que han ido a combatir el dios del Trueno y Galactus. Y nos encontramos con algo que ya sospechábamos desde la primera entrega de la colección: con que toda la muerte y destrucción que se nos ha ofrecido hasta ahora no ha servido para absolutamente nada. Para nada aparte de para traumatizar al bueno del hijo de Odín, que va a volver de toda esta aventura con el culo torcido y con ganas de encerrarse durante un par de eones en su cuarto y no dejar pasar ni al del Telepizza. Pero bueno, al menos ha llegado por fin la negra oscuridad y con ella una nueva tanda de revelaciones que vienen a rebajar la categoría de Galactus de fuerza primaria del universo a simple becario a tiempo parcial de una entidad superior a sí mismo. Veremos en qué queda esto y hacia dónde nos lleva esta nueva realidad.

Thor #5 (#112)

Y vuelvo a mi primer párrafo para hablar de los dos números de Thor que publica Panini este mes. Se trata de un movimiento que responde a la necesidad de recuperar ritmo frente a la publicación original. Esto en el pasado se habría logrado con un número doble (e incluso triple), pero la dirección europea de la editorial no le deja a nuestros compañeros españoles tomar esta clase de decisiones. La estrategia me parece clara: más cómics es igual a más dinero entrando en las arcas. No es lo mismo pagar seis euros por dos grapas que cinco y pico por una doble. Pero en el contexto de crisis actual, sigo sin verle el sentido a una estrategia que, a fuerza de globalizar, se olvida de las circunstancias particulares de cada uno de los mercados en los que está implicada la marca italiana.