Por más que haya quienes echen bilis por la boca cada vez que uno de sus personajes favoritos es trasladado a la gran pantalla porque «ese no es mi personaje» o «se han cargado su historia», el público comiquero tendría que dar palmas con las orejas cada vez que se estrena una nueva película porque, por lo general, estas vienen acompañadas de reediciones de material descatalogado o la publicación de nuevas etapas que sin el amparo del público cinematográfico difícilmente tendrían cabida en el mercado. En esa situación se encuentra Viuda Negra, cuya película en solitario tiene marcado el 30 de abril como fecha de estreno y aprovechando el hito Panini Cómics tiene previsto unos cuantos lanzamientos a su alrededor. El primero de ellos es este Viuda Negra: Juego sin restricciones.

Estamos ante la primera miniserie protagonizada por Natasha desde los acontecimientos narrados en Imperio Secreto y Tales of Suspense presenta: Ojo de Halcón y Soldado de Invierno. Entre medias la hemos podido ver en series como Dominó, pero sin el protagonismo que merece. Y ahí aparece la dupla formada por Jen y Sylvia Soska para devolver a la antigua espía rusa a la primera línea.

Las hermanas Soska, artífices del guion, tuvieron su primer acercamiento a Marvel a través de las cabeceras complementarias a Secret Wars, pero es con Viuda Negra cuando se enfrentan a su gran oportunidad en la editorial. Tienen algunos escarceos anteriores en el mundo del cómic, pero donde han desarrollado su carrera ha sido sobre todo en el mundo del cine, donde han cultivado principalmente el formato del cortometraje y unas pocas películas con estrenos limitados o que han sido lanzadas directamente en formato doméstico. Son unas desconocidas para el gran público, pero cuentan con el suficiente bagaje para lidiar con un personaje del peso de Viuda Negra.

Y como las autoras no quieren complicarse en exceso, conciben una aventura que sirve a nuestra protagonista como terapia de choque para sobrellevar los últimos episodios de su vida. Las referencias a Imperio Secreto están ahí, el personaje forma parte de una continuidad muy marcada y resulta muy complicado despegarse de ella, pero dichas referencias no pasan de comentarios sueltos. Basta con saber que Romanoff viene de sufrir un profundo trauma y que busca emociones fuertes que le sirvan de revulsivo para poner su contador personal a cero y poder seguir adelante con su vida. Y vaya si las encuentra. La vengadora se marcha a Madripur para acabar con unos criminales que hacen negocio viendo y vendiendo vídeos snuff (aquí llamados «juegos sin restricciones» por eso de no cerrarse puertas a determinadas audiencias).

Natasha se viste de John Wick y se dedica a dar caza a los malos de la historia. No hay más y tampoco lo necesitamos. Sylvia y Jen Soska elaboran una aventura muy disfrutable, sin la profundidad o complejidad de las etapas de Mark Waid o Nathan Edmonson, pero que nos presenta un voluntarioso thriller de acción en el que se luce una Viuda Negra desatada, implacable en la consecución de sus objetivos. Natasha ha venido a divertirse y estamos todos invitados.