Machete: Robert Rodríguez, la serie B de Tarantino

TitularEn el mundo del cine, la serie B es bien apreciada como símbolo de aprovechamiento de recursos con presupuestos escasos, actores desconocidos y temáticas ingeniosas. No hay más que recordar La pequeña tienda de los horrores, de Roger Corman, que se rodó a ritmo veloz y cuyo resultado bien sorprendió. Todo se cede al guión y a la destreza del director. Si la Hammer británica fue, y es, un referente de este cine de serie B de terror que se gestó entre los 30 y 60; Robert Rodríguez, en este caso junto a Ethan Maniquis, está empeñado en continuar con esta tradición que la falta de dinero encumbró.

Hoy, y después del binomio que formó en Planet Terror y Death Proof con Quentin Tarantino, ha finiquitado el último y bizarro film ambientado en la corrupción fronteriza entre EEUU y México, y que surgió de una serie de spots autónomos sobre películas inexistentes en el que Machete destacó. Si el tratamiento es surrealista al más puro Raoul Ubac o André Breton, la temática es más real que la crisis actual: En Estados Unidos se han pensado medidas estatales para frenar la inmigración mexicana en Arizona, Estado fronterizo con el país del picante y el tequila y en el que se intentó aprobar una ley que permitiera detener a cualquier viandante que pareciera sospechoso de ser un sinpapeles. Pero por suerte para este Estado se derogó antes de que llegara Machete con su improvisación.

TitularIndependientemente de la calidad de la cinta, que anda comprometida por la nefasta última media hora en la que la acción es absurda y lamentable por partes iguales, lo claro e indudable es que Rodríguez tiene muy buenos contactos en Hollywood. Robert de Niro, el senador, Don Johnson, el jefe de la policía fronteriza con tendencias fascistas, Lindsay Lohan, la hija libertina del corrupto segundo de abordo del senador al que da cara Jeff Fahey, Michelle Rodríguez, la revolucionaria, Steven Seagal, el mafioso, y Jessica Alba, la noble policía, son las estrellas que dotan a Machete de la publicidad necesaria. Personajes absurdos que gustan de interpretar, pero ¿serán más por amistad o por calidad? Lo desconozco, pero sí sé que Nicole Kidman apenas cobró su caché en Dogville, un papel que Lars Von Trier brindó y que nadie podía rechazar. En Machete, haciendo correcta la concepción de serie B, se han cogido actores en decadencia como Robert De Niro, Don Johnson o Steven Seagal.

Entre todo este reparto de lujo destaca el exconvicto y clásico mexicano duro Danny Trejo, que es Machete, un ex policia federal de México al que el jefe mafioso Torrez, interpretado por Steven Seagal, le tendió una trampa en la que perdió a su familia y que le llevó a refugiarse en Texas para olvidar el pasado. Luego se introduce la venganza y coincidencia a través de la campaña de un senador, De Niro, cuya política anti-inmigración es la clave de un proceso para transportar la droga en la frontera y en la que Machete se verá implicado por Jeff Fahey mientras intenta limpiar su nombre a machetazos.

TitularEntre medias de toda esta corrupción, se muestra la situación crítica y desamparada que sufren los inmigrantes en la frontera, pero lo bueno de las películas, y de Machete, es que la policía de inmigración (ICE) está representada en Jessica Alba; un lujo que te atrape esta mujer…

Con todo lo dicho, lo claro y bien visible es que Robert Rodríguez nunca será Tarantino. No lo será porque el director de Reservoir Dogs siempre cierra y cuida todo al límite: Los diálogos y las escenas de lucha son para recrearse dentro de la absurdez imperante con un estilo único que desprende sutileza en cada plano. Rodríguez aprueba en los diálogos, pero en el resto vuelve a suspender, algo ya habitual en esta sombra tarantiniana que no sé porqué siempre ha contado con su apoyo desde los inicios de ambos con la destacada y, para mí, mejor obra de Rodríguez: Abierto hasta el amanecer.

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