A la espera de que ECC Ediciones tenga a bien continuar con la publicación de las aventuras de Bárbara Gordon, este Batgirl #5 se presenta como «último» número de su colección. Un último número que, anclado en la iniciativa Renacimiento, ha intentado -con no pocos altibajos- no deshacer toda la labor realizada por el personaje desde que se mudara a Burnside, acudiendo también -de manera sorpresiva- a la etapa de Gail Simone (de los primeros tiempos de los n52) y trazando lazos con las demás cabeceras del universo gothamita.
Como con buena parte de las publicaciones renumeradas con la llegada de Renacimiento, lo de Batgirl ha tenido mucho de «quiero y no puedo», sin encontrar un tono o unas prioridades claras para el personaje, aunque ofreciendo también interesantes ideas y algunas historias muy disfrutables. Siendo esto mismo lo visto en este quinto cuaderno que recoge el número #24, material del #25 (quedando inédita por le momento una historia que conectaría con Batgirl #26) y el segundo Annual de la edición original anglosajona.
Sin una gran historia a desarrollar, los capítulos aquí incluidos presentan pequeñas aventuras que dan la oportunidad a diferentes equipos creativos de explorar diferentes facetas del personaje. Hay un marcado espíritu de transición, de no intentar avanzar más de lo estrictamente necesario para no condicionar al guionista que se encargue del siguiente gran arco del personaje. Aunque la actualidad editorial está muy presente, de forma que la cacareada no boda entre Batman y Catwoman se cuela entre las preocupaciones de Bárbara.
Más allá de eso hay poco donde rascar en estas aventuras, que sirven sobre todo para ver a Batgirl interactuar con personajes como el comisario Gordon o Dick Grayson o ver como se desenvuelve ante villanos como Dos Caras.
Quizás la última de las aventuras sea la más interesante, en cuanto a la sorpresa que supone para aquellos lectores que se engancharan a la serie con el arranque de su etapa universitaria en Burnside, desconocedores de que Bárbara tiene un hermano malvado. Este fue introducido por Gail Simone durante su etapa en el contexto de los n52, pero con la llegada de Cameron Stewart y Brenden Fletcher cayó en el olvido. De hecho no se había vuelto a hacer ninguna mención al personaje, ni Babs mostró signo alguno de oscuridad derivada de esta pesada carga (tener un hermano entre rejas por ser un peligroso asesino), como si nunca hubiera existido. Así que choca bastante verla en esta situación y es normal que haya quienes vean esta «revelación» como un truco muy artificioso o forzado, más aún ante la incertidumbre si se le dará continuidad en el futuro o volverá al cajón.
Batgirl #5 es un parón de la colección un tanto frío. Ofrece entretenidos relatos, pero de los que se podría prescindir fácilmente.
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