El sello DC Pocket de ECC Ediciones suma a su catálogo uno de esos tomos únicos que no deberían faltar en cualquier biblioteca. Liberados ya de continuidades varias, pero con ganas de seguir explorando los elementos definitorios y diferenciales de su Batman, Scott Snyder y Greg Capullo conciben un relato que, gracias a crearse al amparo del sello Black Label, traspasa y pervierte algunos códigos que parecían intocables, llevan al límite otras tantas situaciones y azuzan a sus personajes hacia lo imposible.
«Porque fuiste el que mantuvo las puertas abiertas aquella vez«
Todo con un objetivo en mente, el mismo que han tenido siempre desde que iniciaran su exitosa etapa y que diera con descubrimientos tales como el tribunal de los búhos o el Batman que ríe que forman ya parte inequívoca de su legado y del murciélago, hacer de Batman la chispa de la esperanza cuando parece que la oscuridad lo ha consumido todo. Y esto es algo sumamente interesante en estas páginas, no tanto por presentarnos una historia ambientada en un futuro distópico de los personajes, sino porque figuras tan emparentadas con el concepto de la esperanza como Wonder Woman lo esgrimen como la gran virtud del Caballero Oscuro.
El último caballero de la Tierra puede disfrutarse tanto como obra única, como haciendo el ejercicio de imaginársela como secuela hipotética de la etapa de la pareja creativa. A pesar del retorcimiento de la situación planteada -motivada por dos décadas sin Batman entre nosotros- todo resulta extrañamente familiar. Tanto para nuestro protagonista como para nosotros (si venimos de la etapa Snyder/Capullo). Y con esa familiaridad como aliada, los autores exploran y experimentan con personajes y situaciones. Algunas trágicas, otras emotivas y hasta divertidas por bizarras. Y debajo de todo (o en la superficie, porque los autores no son nada sutiles en su lectura social) un discurso que es terroríficamente actual, tanto como para hacer temblar al mismo Lex Luthor.
Porque al final, la diferencia entre la condena y la esperanza radica en un pensamiento. Y de momento parece que vamos perdiendo.
Deja un comentario: