«Ojalá me hubierais dejado matarlo cuando tuve ocasión de hacerlo«
Fantasear con realidades alternativas es una de las constantes del cómic norteamericano. Que, además, en dichas realidades se cambie alguno de los puntos críticos fundacionales de muchos de los héroes es, sin duda alguna, otra de ellas. En 2011 DC nos presentó Flashpoint, una serie que despojaba a Barry Allen de sus poderes, en una realidad alternativa en la que su madre no había tenido que morir. En esa realidad Bruce Wayne moría en el atraco que lo haría convertirse en Batman y, en su lugar, era Thomas (su padre) el que se hacía con el manto del Caballero Oscuro. Superman, por su parte, era capturado por el ejército al llegar a la Tierra y mantenido bajo control en unas instalaciones subterráneas para evitar su contacto con la luz amarilla del Sol.
Ahora ECC trae a España JLA: Destino, un cómic de la serie de Otros Mundos que propone una Tierra sin Batman ni Superman en la que el joven Wayne también murió y su padre, en lugar de convertirse en un justiciero, se dedicó a financiar su propio grupo de héroes con la ayuda de un arrepentido Lex Luthor. Parece un spin-off de la historia del párrafo anterior pero al investigar un poco nos damos cuenta de que John Arcudi (A.I.D.P.) y Tom Mandrake (El Espectro, Martian Manhunter) lo sacaron a la luz en 2002, casi diez años antes del crossover que daría paso al Nuevo Universo DC.
«Usted hace la guerra para la Liga Imperialista de América«
Arcudi y Mandrake, además, no caen en la tentación de mostrar como los mismos personajes, bajo otras circunstancias, actuarían igual. Para evitarlo eliminan directamente los alter egos de la mayor parte de los héroes (exceptuando a Diana – Wonder Woman) y nos cuentan una historia radicalmente distinta para el mundo que resultaría de estas desapariciones. En él nos presentan a un multimillonario Wayne obsesionado con la seguridad a cualquier precio que comienza a reclutar metahumanos tan pronto como comienzan a aparecer y a un Lex traumatizado por sus propios errores de juventud entregado a la investigación y al pacifismo. Frente a ellos, los autores plantan a un misterioso villano que se hace con el control de un pequeño país de Oriente Próximo para llevarlo al siguiente escalón de la evolución social, enfrentándolo a los Estados Unidos en un claro reflejo de la tensión entre Irán y la primera potencia mundial a principios del presente siglo.
JLA: Destino se presenta como una reflexión acerca de los poderes en un mundo en el que los fuertes principios morales de Batman y Superman no han mantenido a raya a los egos de la gente dotada. Nos presenta una guerra que la humanidad tiene perdida de antemano y en la que sólo las decisiones personales de unos pocos inclinan la balanza en uno u otro sentido. La acción se ambienta en un momento en el que se han establecido dos grandes grupos de héroes y villanos que actúan según los deseos de dos poderosas naciones, pero siempre pesa sobre nuestras cabezas la amenaza de que un día, más cercano de lo que parece, los héroes se cansen de representar a unos humanos a los que no respetan y decidan gobernarnos (como ya hemos visto en otras publicaciones como Kingdom Come o Injustice: Gods Among Us).
El corte de la historia, pese a su desenlace, es más bien pesimista, pero su lectura (como otros tantos títulos de la línea Otros Mundos) resulta refrescante y nos permite olvidar la rígida continuidad del actual universo DC. Además, en un solo tomo de diecinueve euros tenemos una historia completa que leer y conservar, todo un plus para quienes no quieren meterse en largas e interminables colecciones.
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