«Llevo en mi interior el floreciente instrumento de su aniquilación«
Cuarto volumen de Pura Maldad y nos alejamos de Batman y Superman para explorar la vida y milagros de un villano que afecta a la totalidad del universo DC y que, por cierto, se encuentra en la sombra de todo lo que hemos visto recientemente en la fallida Liga de la Justicia de Zack Snyder / Joss Whedon. Con la proximidad de la película como excusa, ECC ha colado a uno de los más peligrosos adversarios a los que se han enfrentado los héroes de la editorial norteamericana, pero también a uno de los más desconocidos para los profanos del mundo de los cómics.
Pasemos, pues, a presentar a Darkseid. Gobernante del planeta infernal Apokolips, este personaje pertenece a lo que se viene llamando en DC como Nuevos Dioses. Estos, creación del insigne Jack Kirby, vienen a representar una respuesta al uso por parte de Marvel de divinidades de diversas mitologías (Thor, Hércules, Ares…). En DC se nos explica que un cataclismo acabó con gran parte de los antiguos dioses y que, en su lugar, surgió una nueva raza de superseres de todo tipo y alineamiento. La parte luminosa de la balanza estaría liderada por Highfather, gobernante de Nueva Génesis, mientras que Darkseid representaría al reverso tenebroso de la ecuación. Los cómics nos lo presentan como la más pura maldad, obsesionado con controlar las mentes de todos los seres de la creación a través de la ecuación de la Anti-Vida. También se sabe de él que su destino es morir a manos de su propio hijo, Orión, criado en Nueva Génesis como parte de un intercambio por el que el villano esperaba obtener al primogénito de su principal rival.
«Sí, hasta un dios se ve afectado por su propia muerte«
Darkseid es, por tanto, la representación en DC de la maldad en estado puro. Sin recovecos ni vueltas de hoja: Darkseid es malo y punto. Malo e increíblemente poderoso. Es por ello que Warner no lo ha querido como el primer rival de la Liga de la Justicia. Vale que más allá de él nos seguirían quedando rivales de la enjundia del Anti-Monitor, pero Darkseid es el equivalente perfecto al Thanos marvelita y siempre ha sido común verle actuar por medio de subalternos. Steppenwolf quizás no sea su portavoz más usual, pero la idea (llevada de manera regular) era bastante buena y se notaba que se estaba prestando atención a los consejos de Geoff Johns. A saber qué hará ahora Warner, tras despachar a la mitad de los involucrados en las películas hasta ahora estrenadas, entre ellos al guionista de una de las mejores etapas de Green Lantern de todos los tiempos.
Dicho todo esto, veamos qué nos depara el cuarto volumen de la estupenda colección que está publicando ECC:
- Para mostrarnos la primera aparición de este villano en un cómic ECC habría tenido que recoger el número #134 de la colección spin-off que protagonizaba Jimmy Olsen y que escribía y dibujaba el propio Jack Kirby. Sin embargo, la aparición de Darkseid en este cómic era poco más que anecdótica y no sería hasta que se publicó el primer número de Forever People que el rey de Apokolips actuaría contra Superman a través de sus esbirros. Este tomo recoge esta primera aparición y, pese a los modos y maneras de los años setenta (el cómic data de febrero de 1971), ya se adivinan en Darkseid los andares de uno de los grandes villanos de la historia comiquera.
- Le sigue a este número una de las joyas que contiene este tomo. ECC tiene el tino de editar a continuación la historia en torno al nacimiento de Orión que se publicara en la serie homónima de Walter Simonson (verano del año 2000). En el tercer número de dicha colección se cedían unas páginas a Frank Miller para que, completamente desatado y fiel a su estilo único, contase el mito acerca del nacimiento del primogénito de Darkseid y Tigra. Las apenas seis páginas que dura este relato (de las cuales podéis ver una muestra más arriba) valen su peso en oro y muestran el gran «error» de Darkseid, que a la postre le debía costar la vida.
- Lo sigue un breve relato de 2011 dentro de la serie Legacies en el que Len Wein nos mostraba la eterna dualidad de Orión. Dividido entre su naturaleza salvaje y su educación en Nueva Génesis. Poco más podemos destacar de un breve relato que ilustra con delicadeza Frank Quitely.
- A continuación retrocedemos en el tiempo para asistir al primer enfrentamiento entre la Liga de la Justicia y Darkseid. Sería en otoño de 1980 y se verían involucradas también la Sociedad de la Justicia de Tierra 2 y un selecto grupo de los héroes de Nueva Génesis. Poco antes, Darkseid había sido víctima de sus propios planes y había quedado destruido. Pero no siendo éste su destino final, regresa de entre los muertos para poner en jaque a los principales héroes de dos realidades distintas. Que el relativo ambiente festivo del cómic no os engañe, entre líneas se adivinan algunas tragedias de esas que se escriben con mayúsculas. Esta historia, contada a lo largo de tres capítulos, correría a cargo de Gerry Conway con dibujos del mítico George Pérez.
- Como si de un epílogo a la anterior historia se tratase, Mark Millar y Steve Ditko firman a continuación un breve relato protagonizado por los sirvientes del rey de Apokolips. El dúo utiliza el estilo de otra época para contar una historia que bien podría llamarse fábula, de no ser por la enseñanza perversa que florece en sus últimas viñetas.
- También a modo de breve historia de relleno, tenemos el enfrentamiento que mantendría la Super-familia con el villano en 2003 con el objetivo de recuperar el alma de John Henry Irons (Acero/Steel), presa en los dominios del señor de la oscuridad. Firman esta aventura Mark Schultz (guión) y Mike McKone (dibujo).
- Cierra el tomo un peso pesado en la historia de Darkseid. Se trata de la Saga de la Gran Oscuridad en la que se verían involucrados los personajes de la Legión de Superhéroes del siglo XXX en su formación de los años 80. A través de una historia compleja que bebía de lo ocurrido hasta ese momento en la serie (y que dejaría importantes secuelas en la misma), Paul Levitz nos presentaba a un misterioso contendiente que despertaba de un sueño de mil años para alimentarse de objetos, lugares y personajes de la serie con el fin de aumentar su poder y volver a vivir y a reinar. El misterio acerca de este personaje (y de los lacayos que lo seguían) se revela muy poco a poco y por el camino los héroes morderían el polvo en más de una ocasión. Se trata de una historia muy divertida de leer con algunas ilustraciones (como la que precede a estos párrafos) alucinantes ya en la época en que Keith Giffen las ideó y genialmente restauradas para esta edición.
Pura Maldad: Darkseid se salta un tanto la estructura de anteriores entregas, pero nos presenta un retrato bastante fidedigno de uno de los villanos más poderosos de DC y de los héroes y antihéroes que lo han acompañado a lo largo de las décadas desde su primera aparición.
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