Rob Williams se presentó en Batman/Wonder Woman/Superman: Trinidad (serie que publica ECC Ediciones en formato grapa) como escudero de Cullen Bunn en una historia que daba el protagonismo a Circe y Ra’s al Ghul, pero tras un empeño un tanto irregular, Francis Manapul retomó las riendas de la colección. Ahora, con el arranque de la aventura Destino Oscuro, Williams coge una vez más la batuta de la serie y trae un poco de magia (negra) a las vidas de nuestros héroes.

El arco argumental que nos ocupa se extiende de Batman/Wonder Woman/Superman: Trinidad #13 hasta el número #16. Una saga en cuatro partes en la que el guionista cumple la promesa que nos hizo tiempo atrás y enfrenta al trío deceíta con Circe y Ra’s al Ghul, quienes están dispuestos a acabar con ellos para hacer cumplir una olvidada profecía.

«Así funciona, chicos. Entráis en las fosas y obtengo vuestro poder«

Acompañado de V Ken Marion a los lápices (dibujante cuyo trabajo recuerda al estilo de Ed Benes), Williams lleva a los protagonistas al terreno de las artes místicas, donde, sobre todo Superman, siempre se han econtrado con grandes apuros. Por ello el guionista recluta a personajes como Zatanna o Constantine, amplaindo a su vez la escala de la amenaza.

La aventura es tremendamente entretenida, aunque no revista mucha complejidad. Williams se sirve de un nutrido reparto de personajes para dotar a la narración de un gran dinamismo, descansando por un lado en efectivas secuencias de acción y, por otro, en Circe, quien guarda más de un as bajo la manga y sobre la que pivota el conflicto principal del arco argumental.

Destino Oscuro, junto al par de números que le sirven de prólogo darán en el futuro para un estimable recopilatorio para los seguidores de la Trinidad deceíta y quienes disfrutan de la vertiente mágica de la editorial.

¿Y qué pinta entonces Batman/Wonder Woman/Superman: Trinidad #17? Pues que se trata del número con el que se despiden Marion y Williams de la colección. Ambientada en Nochevieja, esta breve historia autoconclusiva alía a los protagonistas con Deadshot en una carrera contrarreloj por resolver un secuestro. El autor juega bien con los tiempos y genera la suficiente tensión para mantener al lector interesado en la trama. ¿El problema? Que presenta un conflicto del que nunca vamos a concer la solución, pues a partir del capítulo #19 la colección cambia de equipo creativo y vincula su desarrollo a una de las tramas seguidas por Wonder Woman en Renacimiento: la búsqueda de Themyscira.