Un cesto lleno de cabezas

Un cesto lleno de cabezas: Diversión terrorífica

Un cesto lleno de cabezasECC Ediciones da la bienvenida a Hill House Comics, una de las varias líneas editoriales de DC Comics (como DC Black Label) surgidas a raíz de la desaparición del sello Vertigo y que buscan llenar su hueco despertando el interés del público más adulto. Hill House Comics tiene dos señas definitorias: está promovida por Joe Hill (ya sea en calidad de guionista o de comisariado, dependiendo de la obra) y explora el terror en todas sus formas. Para inaugurar la línea, el propio Hill publica (junto al dibujante Leomacs) Un cesto lleno de cabezas.

 

«Tienes la mirada que pones cuando me vas a hacer algo horrible»

 

El tono de la historia nos evoca, inevitable y pretendidamente, al espíritu de la antología Historias de la cripta, o del cine de autores como Sam Raimi o Brian Yuzna, a esos modos de hacer del terror de los años 80 (y primeros 90) en los que el género tomaba forma de fantasía oscura o de comedia negra con divertida osadía, añadiendo incluso el toque festivo del gore, pero sin perder la seriedad cuando la tensión y el miedo así lo exigen. La ambientación espacial y temporal (una interminable noche de septiembre de 1983 en un pueblo costero de Maine) subrayan aún más si cabe el marco referencial e intencional de una aventura que abraza la vertiente más lúdica del terror.

 

Un cesto lleno de cabezas, siguiendo con el tono y estructura del cómic, debe mucho también al explotation, tomando elementos propios del slasher o del rape and revenge. La mezcolanza de códigos y herramientas que usa el relato para crear su propio universo es lo que la hace verdaderamente atractiva; aunque si tuvieramos que acotar de alguna forma, tomando el recorrido de June Branch (la protagonista) como una scream queen de armas tomar, podríamos hablar de una historia de rape and revenge de tintes fantásticos.

 

Un cesto lleno de cabezas

 

Bien aprendido de casa, Joe Hill presta mucha atención a sus personajes. Los hace fácilmente reconocibles e interesantes, ya sea protagonista o un secundario. Los diálogos son ágiles y divertidos, y la puesta en escena de Leomacs (que tiene en el color de Dave Stewart un formidable aliado) hace el resto, logrando que incluso podamos imaginar Un cesto lleno de cabezas como un potencial producto fílmico.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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